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Reportaje:

Un destello en el túnel

Las máquinas terminan las dos galerías del tren veloz bajo la sierra del Guadarrama

F. Javier Barroso

Desde las 12.21 de ayer ya están perforados los dos túneles del futuro tren veloz entre Madrid y Valladolid. Una enorme tuneladora de nueve metros de diámetro de broca acabó con los últimos metros que separaban la vertiente madrileña de la segoviana. "Hemos hecho lo más difícil; nos queda lo más complicado", señaló un responsable de obras de las empresas que han hecho ambas galerías bajo la sierra de Guadarrama.

Con ese golpe final concluían más de dos años de trabajo en los túneles más largos de España y más difíciles de horadar, ya que ha sido precisas cuatro tuneladoras para agujerear la roca granítica del Sistema Central.

El primer túnel quedó finalizado el 5 de mayo pasado; el segundo lo fue amediodía de ayer. Las dos enormes galerías arrancan en Miraflores de la Sierra y terminan en Segovia. Cada uno de los túneles mide 28.377 metros.

"Hemos trabajado duro 4.500 obreros durante los últimos dos años", dice un operario

La expectación era inmensa entre los centenares de trabajadores. La tuneladora que excavó desde la vertiente segoviana en el túnel oeste concluyó sus trabajos a finales de enero, según informaron técnicos de la empresa. Había construido un pasadizo de 14,092 kilómetros. El desmontaje de la máquina, que tardó unas 10 semanas, finalizó en abril.El trabajo le tocaba ayer a la tuneladora Guadarrama 1, que avanzó desde la vertiente madrileña. La hora prevista oscilaba entre las once de la mañana y el mediodía, pero sufrió un pequeño retraso. Hubo que parar algunas veces para colocar las dovelas que aseguran el túnel y evitan desprendimientos de roca.

Pero pasado el mediodía algunos obreros que estaban en la parte norte del pasadizo comenzaron a gritar. Estaban impacientes por ver la luz al final del túnel. Un ruido leve se hizo cada vez más y más alto. Algunos visitantes se tuvieron que poner unos vistosos tapones amarillos para evitar el dolor de oído. Unos cinco minutos más tarde, la perforadora estaba a pleno rendimiento. Al principio cayeron pequeñas piedras del granito.

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El nerviosismo crecía por minutos. Cámaras digitales en ristre, los operarios esperaban ansiosos ese momento. "Es algo muy especial porque hemos trabajado muy duro hasta 4.500 obreros en algunos momentos, durante las 24 horas del día durante los últimos dos años", comentó un trabajador. "Es una obra de la que uno se siente muy orgulloso", añadió un ingeniero de Minas.

El taladro hizo caer un enorme cascote de varias decenas de kilos, causando un estruendo. Marcó el punto por donde rompió el túnel. Una fisura en la parte derecha de la tuneladora. El ruido se hizo cada vez mayor hasta que se vio parte del escudo de la tuneladora y cayó a plomo toda la roca.

A partir de ahí, el polvo cegó a los asistentes. Y eso a pesar de que una manguera regaba parte de la roca. Los trabajadores tuvieron que ponerse mascarillas para respirar. La nube de polvo blanco duró en el ambiente unos cinco minutos, en los que sólo eran perceptibles los cascos y algunos monos reflectantes. La gigantesca máquina, manejada por Jesús Batalla y Antonio Merino, continuó con su incesante ruido mientras agrandaba el hueco.

Poco a poco la polvareda dio paso a la luz. Al fondo aparecía una reluciente tuneladora bajo la cual había grandes piedras de granito. Un cerrado aplauso dio la bienvenida al monstruo de hierro. Como es tradicional, algunos obreros de la vertiente opuesta intentaron colarse a través de la tuneladora por los llamados pasos de hombres. La tarea no es fácil porque se trata de un imbricado camino. El primero en culminar esta excursión fue el obrero Carlos Cáceres, de Obrasco Huarte Lain (OHL). Al final pasaron varios trabajadores, algunos de los cuales llevaban banderas de España, de la Unión Europa y de las comunidades de Madrid y de Castilla y León. Atrás quedaban los cuatro millones de metros cúbicos de roca que fueron excavados.

Muchos se fundieron en abrazos y en sonoros apretones de manos. Las sonrisas eran constantes, como signos de felicidad tras un duro trabajo. Y como era de esperar, llegó la foto de familia entre los trabajadores de ambos lados (los que habían horadado desde la vertiente madrileña y los que habían atacado la roca desde la vertiente segoviana).

Aunque en el recuerdo de algunos de ellos estaba el accidente con cinco víctimas que se había producido horas antes en el mismo túnel. Uno de los responsables de obras pidió que el brindis con cava fuera lo más respetuoso posible "en espera de una pronta mejoría de los heridos".

Aún queda mucho por hacer, según reconocen los técnicos. Quedan las instalaciones eléctricas, las traviesas, los sistemas de seguridad, concluir los pasos entre ambos túneles (que se encuentran a 30 metros de distancia) como medida de evacuación en caso de catástrofe. Eso supondrá que el conjunto del corredor Madrid-Valladolid (150,9 kilómetros) no estará concluido hasta el año 2008. Y con una inversión total de 1.081 millones de euros.

Un operario sale de la gigantesca tuneladora momentos después de que se unieran los dos tramos horadados del túnel de Guadarrama.
Un operario sale de la gigantesca tuneladora momentos después de que se unieran los dos tramos horadados del túnel de Guadarrama.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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