El Gobierno rechaza el modelo balear porque "pone en riesgo la solidaridad"

El Gobierno central rechaza el modelo de financiación propuesto por el Ejecutivo balear, presidido por Jaume Matas, del PP, "por poner en riesgo la solidaridad entre las comunidades autónomas", y acusa el presidente del PP, Mariano Rajoy, de pasar del "inmovilismo al cuasisoberanismo fiscal".

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también rechaza la propuesta balear porque "pone en riesgo la igualdad entre comunidades". Dicha propuesta apuesta por una revisión del actual modelo de solidaridad territorial, además de reclamar el aumento de la participación autonómica en los impuestos estatales, incluido el de sociedades -que el Gobierno central ya adelantó que no va a descentralizar- y la creación de una agencia tributaria propia.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, acusó ayer a Rajoy de "montar un batiburrillo" en materia territorial con las comunidades gobernadas por el PP. "Primero boicoteó las reformas territoriales durante más de un año y luego parece haber decidido sumarse a las mismas deprisa y corriendo", subrayó. El ministro reclamó a Rajoy que "se defina por qué modelo apuesta", en referencia al valenciano y al balear -ambos diferentes y propuestos por comunidades gobernadas por el PP-, y le pidió que "mantenga una postura única y diga lo mismo en todas partes porque lo contrario no es bueno para el conjunto del país".

El ministro de Administraciones Públicas explicó que el modelo balear "tiene muchas similitudes con el catalán, tan denostado por la dirección del PP", y anunció que dicho modelo "va en dirección distinta" al que propondrá el presidente Zapatero en la Conferencia de Presidentes, que se celebrará en julio. Jordi Sevilla adelantó que, en breve, el Gobierno dará a conocer los primeros datos de la aplicación del sistema de financiación autonómica vigente, desde 2001, que "demuestran que es necesario introducir cambios y que el inmovilismo no es posible".

Igualdad de derechos

Sobre esa base edificará el Gobierno de Zapatero el nuevo modelo, que, según adelantó ayer Jordi Sevilla, "pretende garantizar la igualdad de derechos de los ciudadanos, la solidaridad, la cohesión territorial y la posibilidad de que cada administración tenga sus impuestos suficientes para financiar sus competencias en un espacio fiscal propio". "De ese modo, cuando haya problemas de suficiencia financiera se evitará la tentación de ir todos contra el Gobierno para conseguir más porcentajes de participación en impuestos compartidos".

El ministro de Administraciones Públicas insistió en que "no es posible hacer algunas de las cosas que plantean las comunidades, como Baleares, porque ponen en riesgo algunas de las conquistas que hemos logrado en estos últimos años respecto a la solidaridad e igualdad".