Las 'e-narices' diagnostican el cáncer de pulmón y las alergias
Los científicos muestran sus logros en el Congreso Internacional ISOEN 2005
Los científicos trabajan en narices artificiales que examinan los olores en la respiración, en heridas o fluidos corporales para realizar diagnósticos de enfermedades como el cáncer de pulmón y las alergias, y para detectar bacterias.
Las primeras e-narices controlaban la calidad alimentaria y cosmética. Ahora detectan gases o deciden el sabor de los fármacos. Estos aparatos simulan el funcionamiento de la nariz biológica. Disponen de sensores químicos y algoritmos que detectan, clasifican e identifican aromas. Hace una década, uno ocupaba una mesa y costaba 100.000 euros; ahora son portátiles y salen por 6.000 euros. El XI Congreso Internacional de Olfato y Narices Electrónicas, ISOEN 2005, mostró sus últimos avances en Barcelona.
En los hospitales preocupan las superbacterias como la TMRS. La empresa Osmetech ha creado unas e-narices que descubren la presencia de bacterias oliendo a los enfermos, y un dispositivo de la Universidad de Manchester hace lo propio examinando las heridas. Cyrano Sciences y la Universidad de Roma han trabajado en un aparato que analiza el aliento para diagnosticar el cáncer de pulmón.
Siemens investiga en móviles con nariz artificial que detecten el mal aliento o la contaminación, dice Susan Schiffman, de la Universidad de Duke (Estados Unidos). "Estos aparatos serán útiles para detectar alergias alimentarias de forma eficiente y a un coste inferior". Ya hay sistemas económicos que se aplican en el control de calidad del aire en algunos coches.
Personalizadas
Existe una decena de fabricantes. Alpha Mos, el de mayor tamaño, compra los sensores al Centro Nacional de Microelectrónica de Barcelona, explica Santiago Marco, director del Congreso. Algunos científicos implantan estos instrumentos en robots móviles. Por ejemplo, Andy Russell, de la Monash University (Australia), investiga con rastreadores de fugas en oleoductos.
En España, el grupo de Electrónica de la UB construye biosensores de proteínas para hacer e-narices casi biológicas. También colabora con el consorcio europeo EADS para crear un sistema que detecte explosivos similar al de los arcos antimetales. La empresa eSense comercializa e-olfateadores baratos para la industria.
Científicos de la Universidad de Valladolid han creado un instrumento que combina el olfato, el gusto y la vista para analizar el vino e incluso descubrir mezclas fraudulentas. Renault les contrató para eliminar el olor a nuevo de su Clio y en el futuro se crearán coches con olores de marca o personalizados, según Marco.
En la Universidad de Huelva han creado el lenguaje XML Smell, para transmitir la información de olores por Internet, comprar perfumes y hacer promociones turísticas. El usuario podrá reproducir los aromas en su casa con un periférico que contendrá la paleta de olores.
ISOEN: www.isoen2005.org
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