La juez encarcela a otros seis detenidos por el asesinato de Berga

La juez de Berga acordó ayer el ingreso en prisión de seis de las nueve personas que aún permanecían detenidas por su presunta vinculación con el asesinato de Josep Maria Isanta, ocurrido el pasado sábado en esa población tras una discusión tumultuosa. Los cargos que pesan sobre ellos son los de asesinato, tentativa de asesinato y lesiones. La juez razona su decisión judicial en la gravedad de los hechos y en la alarma social provocada.

Otros dos arrestados, de nacionalidad polaca, quedaron en libertad sin cargos por no tener ninguna relación con el crimen y otra persona quedó libre con cargos. Dos personas más también fueron encarceladas el pasado lunes por los mismos hechos y otros cuatro menores están internados en centros de la Generalitat.

Las seis personas contra las que se dictó orden de prisión salieron una a una de la comisaría de los Mossos a las 19.00 horas de ayer. Les esperaban unos 500 vecinos, entre los que había amigos de las víctimas, que les recibieron al grito de "¡asesinos!, ¡asesinos!".La decisión judicial tranquilizó los ánimos de la población, que desde que ocurrieron los hechos se ha mostrado muy crítica con los Mossos d'Esquadra, a los que acusa de pasividad en el día del crimen. El padre de una joven que fue agredida durante la pelea del sábado aseguró, tras conocer que ya había ocho personas encarceladas: "Esto es otra cosa". Con todo, precisó: "Tenemos miedo, porque nuestros hijos están en peligro".

La presión social que durante estos días han recibido los agentes de la policía autonómica se desplazó ayer sobre los familiaress de algunos de los detenidos, que durante tuvieron problemas para desarrollar su vida con normalidad. Unas 500 personas se volvieron a concentrar anoche durante hora y media frente al Ayuntamiento de Berga, en la plaza de Sant Pere, para reclamar justicia y el alejamiento del municipio de las familias de los encarcelados.

El alcalde, Ramon Camps, anunció ayer que se reforzarán los efectivos de la policía municipal y de los Mossos d'Esquadra en la población hasta que regrese la calma al municipio y que ese dispositivo especial se mantendrá los fines de semana y en los "momentos más peligrosos".

Rebajar la tensión

Las más de 200 entidades vecinales y culturales de la comarca del Berguedà que se han adherido a la Plataforma Cívica por la Convivencia decidieron suspender las concentraciones ante las dependencias de los Mossos d'Esquadra. Joan Ramon Bella, su portavoz, aseguró que "los verdaderos responsables del asesinato son los detenidos". Bella admitió también que la decisión pretende rebajar la presión a la que se estaba sometiendo los agentes que han llevado a cabo la investigación.

La presión social no ha afectado sólo a la policía, sino a la juez de Berga, quien tuvo que acudir a la comisaría a tomar declaración a los detenidos porque los Mossos no podían garantizar la seguridad de éstos si acudían al juzgado. La noche del martes, tras una cacerolada convocada por el embrión de la plataforma, "los ánimos estaban muy calientes", explica Bella, aunque ahora la decisión judicial parece haber satisfecho los objetivos para los que se creó: reclamar justicia. Joan Ramon Bella valoró la alta participación de entidades de diversas poblaciones de la comarca y recordó que las actuaciones violentas de algunos de los detenidos no se ceñían a la ciudad de Berga, sino que se extendían a Gironella y Puig-reig. En concreto, atribuyen a una conocida familia de la población el papel de aglutinadora de varios delincuentes habituales que actúan en la comarca.

Un segundo objetivo de la plataforma es convertirse en interlocutora entre el Ayuntamiento, las entidades sociales y vecinales y los Mossos d'Esquadra para garantizar la seguridad ciudadana y la convivencia en el municipio, así como reclamar que caiga todo el peso de la ley sobre los acusados y se endurezcan las penas contra los delincuentes reincidentes.

Dos de los encausados en el crimen del sábado habían participado en manifestaciones contra los Mossos.