El Supremo de EE UU exculpa a Arthur Andersen de la destrucción de papeles de Enron
El Tribunal Supremo de Estados Unidos revocó ayer la sentencia que estimaba que la empresa auditora Arthur Andersen había destruido documentos de la compañía energética Enron ante el inminente colapso de la empresa. Los jueces del Tribunal decidieron de forma unánime que la sentencia del mes de junio del año 2002 no era adecuada, ya que las pruebas con las que contó el jurado en esa ocasión eran demasiado vagas para determinar si Arthur Andersen (desaparecida tras el escándalo) obstaculizó la acción de la justicia en EE UU.
"Las deliberaciones del jurado eran imperfectas en importantes aspectos", indicó el presidente del Tribunal, William Rehnquist. Durante el juicio, la Fiscalía acusó a la dirección de Arthur Andersen de haber llevado a cabo una destrucción masiva de documentos sobre Enron.
La sentencia supone un revés para la Administración del presidente estadounidense George W. Bush, para la que el esclarecimiento de las responsabilidades en el escándalo contable de Enron fue una prioridad.
La compañía energética estadounidense se declaró en quiebra en el mes de diciembre del año 2001, lo que provocó que 5.000 trabajadores de la firma se quedaran sin trabajo, sólo seis semanas después de que la empresa revelara una cifra de pérdidas masiva.
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