Vivancos abandona la comisión de investigación mientras declaraba irritada por el interrogatorio

La primera jornada de la comisión de investigación del Ayuntamiento de Sevilla en la que los políticos debían aclarar las incógnitas abiertas, terminó como el rosario de la aurora: la portavoz andalucista abandonó a mitad de su declaración después de comparar el Ayuntamiento de Sevilla con el del GIL de Marbella y el otro concejal del PA que debía comparecer, Antonio Ardila, no asistió a pesar de que estaba obligado a hacerlo. Al final, con la ausencia de la oposición, tanto del lado de los comisionados como de los comparecientes, la sesión quedó convertida en una reunión de compañeros de partido y socios de gobierno que se preguntaron a sí mismos.

La comisión que investiga las supuestas irregularidades de los distritos de Sevilla asistió ayer a la escenificación del rencor, con apariencia de odio en ocasiones, entre los dos grupos del gobierno (PSOE y PA) y la portavoz andalucista, Paola Vivancos, quien compareció por haber sido delegada de Participación Ciudadana (el área de la que dependen los distritos) entre enero de 2000 y febrero de 2002. PA y PP abandonaron hace dos semanas la comisión, por lo que Vivancos, que como miembro de la Corporación estaba obligada a declarar, entró en la sala de comparecencias poco dispuesta a colaborar y con la sensación de estar "sentada en el banquillo" frente a sus enemigos políticos.

La portavoz de IU, Paula Garvín, le pidió explicaciones porque durante el tiempo en que dirigió Participación Ciudadana concedió a los distritos libramientos de dinero superiores a los 180.000 euros cuando el límite son 6.000. Vivancos aseguró que ella no tenía competencias para "vetar" las peticiones de dinero de los delegados municipales de los distritos y acusó a Garvín de intentar "crear confusión" para que las irregularidades salpicaran al PA.

La tensión fue en aumento: Garvín acusó a Vivancos de no conocer el reglamento de los distritos y la portavoz del PA empezó a subir el tono de voz y se parapetó en su actitud defensiva. En pocos minutos, el contenido de las preguntas y las respuestas se alejó definitivamente del objeto de la investigación. Pero lo peor estaba por venir: llegó el turno del portavoz socialista, Francisco Fernández, y antes de formular su primera pregunta recordó que Vivancos estaba obligada a comparecer.

La portavoz del PA obvió la pregunta ("¿qué funciones ejerció en el anterior mandato?") y se quedó con el preámbulo: "No tengo obligación de comparecer aquí porque es discutible que esta comisión exista". Según Vivancos, el pleno municipal tenía que haber ratificado el segundo decreto dictado por el alcalde para constituir el órgano de investigación. Aunque el secretario municipal informó de que no era necesario, la portavoz andalucista entiende que los socios de gobierno son "okupas" de una comisión ilegal. "Entre esto y el Ayuntamiento de Gil hay medio minuto", dijo.

El portavoz del PSOE pidió amparo a la presidenta de la comisión, Paula Garvín. "La señora Vivancos no contesta a mis preguntas y sólo viene aquí a reñir y a insultar", lamentó Fernández, quien en su siguiente turno de palabra dio la estocada definitiva a la comparecencia de Vivancos. Los portavoces de PSOE y PA (antiguos socios de gobierno) se enzarzaron en un intercambio de acusaciones sobre el anterior mandato y Fernández acusó a la portavoz andalucista de haber propuesto que el Ayuntamiento fletara autobuses para protestar contra la estancia del submarino Tireless.

"Hasta aquí vamos a llegar", dijo Vivancos mientras se levantaba de la mesa y daba por terminada su comparecencia. "El PA no va participar ni un segundo más en esta farsa. No va a comparecer nadie más. Se ha acabado", dijo ya fuera de la sala. Conclusión: Antonio Ardila, el otro concejal andalucista que tenía que haber comparecido ayer no asistió y el resto de la jornada quedó convertida en una reunión de compañeros de partido y socios de gobierno.

Por la tarde comparecieron la presidenta de la comisión, Paula Garvín, la edil socialista Aurora Atoche y el portavoz del PSOE, Francisco Fernández. Los tres formaban parte de la lista de comparecientes a petición de PP y PA, los dos partidos que han abandonado la comisión, por lo que PSOE e IU escenificaron un cuestionario del que ya conocían las respuestas y las declaraciones de los interrogados adoptó la fórmula de discurso político.

Garvín recordó la situación de "bancarrota" en la que se encontraban los distritos cuando ella llegó a Participación Ciudadana al tiempo que explicó las "medidas correctoras" que el nuevo gobierno puso en marcha. Por su parte, el portavoz socialista lanzó un mensaje a la oposición: "la institución debe estar por encima de quien gobierne la ciudad".