Un político admirado por la diplomacia europea
Cuando EE UU se preparaba para invadir Irak, el aristócrata liberal Dominique de Galouzeau de Villepin se convirtió en uno de los políticos más admirados por la izquierda europea. Entonces era el brillante y apuesto ministro de Exteriores francés, portavoz del rechazo a la guerra en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora De Villepin, nacido en Marruecos en 1953, dirige la cartera de Interior y es una de las últimas cartas que le quedan a Chirac para tratar de insuflar vida a su alicaído Gobierno e impedir al mismo tiempo el ascenso de Sarkozy. El hombre de confianza de Chirac es un producto de la prestigiosa Escuela Nacional de la Administración y un intelectual que ha publicado un ensayo de 800 páginas sobre poesía.
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