El PP supedita un pacto con el PSOE sobre la Constitución al acuerdo sobre los estatutos

No habrá un acuerdo en torno a las reformas constitucionales que pretende el Gobierno si éste no se compromete a acordar con el PP las reformas de los estatutos cuando lleguen al Congreso de los Diputados, aunque sus votos no son necesarios. Así lo avisó ayer el líder del PP, Mariano Rajoy, ante el proceso de reformas en marcha y el acuerdo entre socialistas y populares sobre el Estatuto valenciano. Los socialistas dicen que no hay "un patrón general", dada la singularidad de cada comunidad, y recuerdan que sólo avalarán reformas hechas por consenso y con encaje constitucional.

España es plural y diversa, cada comunidad autónoma tiene su especificidad y singularidad, por lo que no hay ni puede haber "un modelo único o un patrón" para las reformas de los estatutos. Ésta es la explicación que ofreció ayer el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, después de la reunión de la comisión permanente de la ejecutiva federal, tras la que reiteró al PP la invitación a que se avenga a dialogar sobre las reformas pendientes, singularmente las constitucionales. "La oferta de diálogo al PP está sobre la mesa", afirmó Blanco.

Esa oferta de diálogo, según Rajoy, "no está clara". El presidente de los populares afirmó ayer que, "lógicamente, el PSOE ofrece pactar las reformas constitucionales, porque es inevitable por ley el acuerdo entre los dos grandes partidos, pero es jugar con ventaja buscar el pacto donde es imprescindible y esquinar al PP en las reformas estatutarias". Rajoy reiteró así su posición de todo o nada para la reforma del modelo de Estado: "No habrá cambios constitucionales si no hay acuerdos en la reforma de los estatutos. Lo contrario es ventajismo para cambiar la construcción de España con los votos de partidos que sólo representan al 2% de los españoles".

Un acuerdo como el de 1978

Tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, que tuvo lugar excepcionalmente en Vigo, en clave preelectoral gallega, Rajoy recordó que él expuso su posición al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 14 de enero en La Moncloa, cuando le ofreció un pacto global sobre estos temas. "Ofrecimos que estas cosas se hagan como se han hecho desde 1978", cuando se aprobó la Constitución, es decir, que "las grandes decisiones sobre lo que es España las tomen, al menos, los dos grandes partidos, que representan al 80% de la gente. Y no con al apoyo de partidos que no representan más que al 2% de los españoles", en referencia a Esquerra Republicana de Catalunya. Esto, además, según el líder del los populares, "es lo que quieren los ciudadanos".

Ese pacto que pretende Rajoy no invalida su respaldo al acuerdo alcanzado en la Comunidad Valenciana para la reforma de su Estatuto. El objetivo del PP es que, por ley o por acuerdo, sea imprescindible el voto de, al menos, dos tercios del Congreso de los Diputados para aprobar una reforma estatutaria. Ahora sólo es necesaria la mayoría absoluta, pues se trata de leyes orgánicas. Es decir, no hace falta el concurso del PP para aprobar, por ejemplo, las reformas de los estatutos de Cataluña o del País Vasco.

Rajoy, en todo caso, elogió ante el Comité Ejecutivo de su partido el acuerdo alcanzado en la Comunidad Valenciana para la reforma del Estatuto. Según él, es "el modelo" de cómo deben hacerse estas reformas. "El Gobierno tiene sobre la mesa el Estatuto valenciano, que demuestra cómo se pueden hacer las cosas bien". Está "bien hecho", según él, porque es "un estatuto que ni define la legislación básica del Estado, ni se atribuye competencias del Estado, vía artículo 150.2 de la Constitución, ni modifica leyes orgánicas del Estado".

Por eso, concluyó: "Ése es nuestro modelo. Y si el Gobierno quiere hablar de eso y acepta que los estatutos y la Constitución vayan en el mismo paquete estamos dispuestos". Si no, no.

"Club de la reforma"

"Bienvenidos al club de la reforma", replicó Blanco, en referencia al visto bueno que el PP ha dado al Estatuto valenciano. Tanto Blanco como el máximo dirigente del socialismo valenciano, Joan Ignasi Pla, insistieron ayer en que cada estatuto es singular y no valen copias. Lo único que puede ser exportable es el procedimiento, es decir, el consenso. "Después de tanto tremendismo por parte del PP, se negocia la reforma de un estatuto y no se rompe España ni pasa nada", señaló el secretario de Organización socialista.

Ahora bien, el PSOE, como ayer hizo José Blanco, quiere poner el énfasis en las reformas de la Constitución para las que necesita al PP. Pero no sólo por los votos, sino porque hay interés en el PSOE de estudiar juntos la reforma del Senado, la inclusión de los nombres de las comunidades autónomas y la mención de la Constitución europea en la española. Además de la cuarta reforma, sobre el derecho de las mujeres a acceder a la jefatura del Estado. Sobre esta última no habrá problema con el PP.

Pero el PSOE estima que las reformas estatutarias deben llevar otro camino y que el impulso del cambio debe desarrollarse en la propia comunidad. Ahora bien, eso no quiere decir que el PSOE se desentienda. Es más, se advierte, como ayer hizo Blanco, que no podrán aprobarse en el Congreso de los Diputados los estatutos que no vengan presididos por "el consenso y el encaje constitucional".