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EdF y la italiana Enel llegan a un acuerdo de apertura recíproca de sus mercados eléctricos

La compañía romana quiere comprar un 35% de Snet, firma controlada por Endesa

Enric González

Electricité de France (EdF) y Enel firmaron ayer en Roma un acuerdo de apertura recíproca de los mercados energéticos francés e italiano y de cooperación en el desarrollo de la nueva generación de reactores nucleares. Por el mismo acuerdo, Enel declaró su intención de adquirir el 35% de la sociedad francesa Snet, cuyo socio mayoritario, con el 65% del capital, es Endesa, la mayor eléctrica española. "Hemos dado un gran paso hacia la liberalización del mercado europeo de la energía", afirmó el presidente de EdF, Pierre Gadonneix.

El pacto de Roma, ciudad sede de Enel, supuso el retorno de esta compañía a la energía nuclear, después de que los italianos rechazaran, en un referéndum en 1987, la construcción de nuevas centrales atómicas. Enel participará con un 12,5% en el programa European Pressurized Reactor (EPR), que prevé la construcción de una central-prototipo en Flamanville (Normandía) con una capacidad de generación de 1.600 megavatios. "Enel reencuentra la capacidad de competir en el sector nuclear", declaró Gadonneix, quien agregó que el problema del almacenamiento de los residuos radiactivos exigía "el impulso de un programa nuclear a nivel europeo".

El recién nombrado administrador de Enel, Fulvio Conti, se declaró "muy satisfecho". "Acabamos de sentar las bases", dijo, "para disponer de una importante presencia industrial y comercial en uno de los mayores mercados eléctricos europeos, y para situarnos en vanguardia del sector nuclear con un proyecto que pone a disposición de Enel la tecnología más avanzada del momento".

El acuerdo alcanzado, al más alto nivel político, entre Francia e Italia para abrir los respectivos mercados energéticos incluye la posibilidad de que Enel (propietaria en España de la firma Viesgo) adquiera parte de las acciones de EdF en la Sociedad Nacional de Electricidad y Térmica (Snet).

EdF controla en esta compañía en torno al 19% del capital, mientras que la española Endesa tiene la mayoría de las acciones (65%). La pasada semana, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, señaló que la compañía española no tendría inconveniente en que la italiana entrara en el capital de Snet. Aunque lanzó una advertencia: Endesa tiene derecho preferente de compra de las acciones de EdF en Snet, por lo que el acuerdo franco-italiano debería contar con el consentimiento de Endesa, muy interesada en potenciar su presencia europea tras quedar excluida la posibilidad de compra de Edison.

La sociedad italiana no dispondrá por el momento de generadores propios en Francia. Aunque se concrete la operación de Snet y la compra del 35% actualmente en poder de Charbonnage de France, seguirá sin electricidad propia, ya que la filial de Endesa tiene comprometida la venta de toda su producción a EdF hasta 2009. Para que Enel pueda empezar a operar, EdF le anticipará 700 megavatios a cuenta de la generación futura de Snet y 1.200 megavatios correspondientes a la futura central nuclear del programa EPR.

Desde 2006, Enel podrá ofrecer contratos de suministro a las grandes industrias francesas y a los distribuidores locales y participará en Power Next, el mercado energético parisino, en el que ya está presente con un 5% de las acciones. Su oferta se reforzará dentro de un par de años, cuando entren en funcionamiento dos centrales de ciclo combinado que Enel empezará a construir inmediatamente en Francia, con una capacidad de producción de 400 megavatios cada una.

Cuatro años de conflicto

EdF ganó con el acuerdo un socio en el desarrollo nuclear y, sobre todo, la posibilidad de operar en el mercado italiano a través de Edison. La sociedad francesa ingresó en el capital de la entonces llamada Montedison en 2000, con la compra de un 20% de las acciones. El presidente del Gobierno italiano, el centrista Giuliano Amato, consideró que la iniciativa de EdF resultaba hostil y ponía en peligro la precaria privatización del sector, y redujo por decreto los derechos de voto de EdF al 2%. Ese bloqueo abrió cuatro años de conflicto que sólo se resolvió dos semanas atrás, cuando, después de que EdF amenazara con vender sus acciones a Endesa o a otra sociedad europea, el Gobierno de Silvio Berlusconi canceló el límite del 2% y dio vía libre a la expansión gala.

Tras la firma del acuerdo, Pierre Gadonneix fue recibido por el subsecretario de la Presidencia del Gobierno italiano, Gianni Letta, mano derecha de Silvio Berlusconi, con quien selló la "paz política" después de los pleitos de los pasados años.

Exterior de una central nuclear de EdF en Flamanville, en la costa noroeste francesa.
Exterior de una central nuclear de EdF en Flamanville, en la costa noroeste francesa.AFP

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