PSOE e IU apuestan por la normalidad en Cajasur después de la salida de Castillejo

Los dirigentes del Partido Socialista y de Izquierda Unida apostaron ayer por que la nueva etapa que se abre tras la salida de la presidencia de Cajasur de Miguel Castillejo se afronte con "normalidad", en palabras de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU). Solamente el Partido Popular elevó el tono y lo hizo a través de su portavoz parlamentario, Antonio Sanz, quien afirmó que el PSOE "es muy poco de fiar a la hora del respeto a la autonomía y la independencia de las cajas". Estas declaraciones contrastaron con el silencio de los populares cordobeses.

Deseosos de recuperar la normalidad, es lo que manifestaron PSOE e IU. La salida anunciada el sábado de Castillejo, que ha ocupado la presidencia de Cajasur durante 26 años, "abre una nueva etapa que deberá estar marcada por el diálogo y los acuerdos". Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, expresó en declaraciones a la cadena SER sus esperanzas, que pasan por que "todo discurra con normalidad" y por que se afronte el futuro de la entidad desde "el papel que ha de jugar la caja en Andalucía".

Para Aguilar, la caja cordobesa "tiene muchísimas posibilidades" y ha de hacerse valer fuera de la provincia también. Respecto a la salida de Castillejo, la regidora destacó que es el resultado de los acuerdos alcanzados entre la Junta y la Iglesia católica. Aguilar también sostuvo que el sacerdote, durante sus años de trabajo, "ha puesto a nuestra caja en un lugar realmente bueno dentro del espacio financiero andaluz".

Por su parte, José Antonio Ruiz Almenara, secretario provincial del PSOE en Córdoba, ya dijo el sábado que, tras la aprobación de los nuevos estatutos y la salida del sacerdote Castillejo, "se abre una nueva etapa que ha surgido del acuerdo entre la Iglesia y la Junta". Para Almenara ésta es una "buena alianza de trabajo para el futuro" que debe repercutir también en "grandes proyectos para Andalucía".

El responsable de los socialistas en Córdoba también pidió que "no se caiga en el partidismo" y apostó por la "profesionalidad", el "rigor" y por mantener también "una buena relación con el Banco de España para dar a la caja una mayor credibilidad".

Almenara también quiso tener un recuerdo para "aquellos que se dejaron la piel" durante los últimos años en criticar y denunciar algunas prácticas cuestionables del sacerdote y su equipo al frente de Cajasur. Sin embargo, el socialista apostó por "abandonar el pasado".

El Partido Popular manifestó algunas inquietudes respecto a la nueva etapa abierta. En una conferencia de prensa celebrada ayer en Sevilla, Antonio Sanz, portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Andalucía, dijo que espera que el PSOE "no aproveche la nueva situación en Cajasur para volver a entender que las cajas de ahorro son de su propiedad".

Sanz pidió a los socialistas que "respeten la institución y no cometan los mismos abusos a los que estamos acostumbrados, tanto en el pasado como en el presente de muchas cajas de ahorro de Andalucía". Para el popular, "el PSOE es muy poco de fiar a la hora del respeto a la autonomía y la independencia de las cajas". Por eso solicitó que no aprovechen la situación, "porque sería un daño que le haría a una de las instituciones más importantes de la comunidad autónoma".

Después de la despedida de Castillejo el sábado, durante el transcurso de la asamblea general que aprobó los nuevos estatutos, comienza un profundo proceso de renovación de los órganos de gobierno. Aunque antes, el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, deberá aceptar la dimisión del sacerdote como deán penitenciario del Cabildo catedralicio. El propio Castillejo, en su discurso de despedida ante la asamblea, le rogó a Asenjo que le releve cuanto antes para no tomar parte del proceso abierto ahora y que tanto Junta como Iglesia pretenden acelerar, aunque la fecha tope que establecen los estatutos es el 30 de noviembre de 2005.