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Cáritas alerta del aumento del realquiler de habitaciones

El 75% de las personas que solicitan ayuda a la ONG católica son extranjeros

Ana Pantaleoni

El realquiler de habitaciones se consolida en Barcelona como una forma de vida precaria, según constata el informe de Cáritas. En total 5.379 personas, el 52% de las personas con problemas de vivienda que acudieron a la ONG católica, vivían realquiladas. Esta modalidad comporta problemas de hacinamiento, infravivienda y conflictos de relación, alerta Cáritas. Los extranjeros representan el 75% de las 21.018 personas que acudieron a Cáritas el año pasado en busca de algún tipo de ayuda.

En dos años, el realquiler en Barcelona y su área metropolitana ha crecido 12 puntos, según la memoria de la institución católica presentada ayer. "Desde la posguerra no habíamos asistido a un crecimiento tan espectacular del fenómeno del realquiler. Son en su mayoría inmigrantes que, al no poder hacer frente a un alquiler, se ven obligados a realquilar una habitación", afirmó ayer un portavoz de Cáritas. Hay casos, explicaron, en los que les piden dinero para pagar por una cama e incluso, en situaciones muy extremas, por dormir en un balcón. La organización ha aumentado el 50% las ayudas económicas por vivienda con relación al año 2000.

El acceso a una vivienda digna fue una de las reclamaciones del director de Cáritas Barcelona, Jordi Roglà, durante la presentación de las actividades realizadas durante 2004 en las diócesis de Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat. Las personas atendidas por Cáritas durante este tiempo fueron 21.018, mayoritariamente jóvenes inmigrantes latinoaméricanas con hijos.

Las familias monoparentales, que en la mayor parte de los casos están formadas por mujeres solas con hijos, "aumentan año tras año y su situación es cada vez peor", precisó Roglà. Otro colectivo altamente vulnerable es el de las personas mayores, especialmente las mujeres que viven solas y sólo reciben los 276 euros mensuales de las pensiones no contributivas de la Administración. El 70% de las personas atendidas por Cáritas reciben esta pensión.

Los jóvenes y la pobreza

La pobreza, según el informe, afecta a los más jóvenes: el 26% de la población atendida son niños, y el 24%, jóvenes entre 18 y 29 años. Los dos grupos han aumentado progresivamente hasta el 20% respecto a las cifras del año 2000.

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Los inmigrantes representan el 75% de las personas a las que prestó asistencia Cáritas durante 2004, de los que el 68% estaban en situación irregular.

"Las víctimas de las reconversiones industriales, las viudas, los jóvenes, las mujeres, las familias monoparentales, los mayores de 45 años y los inmigrantes han aumentado su riesgo de exclusión social", alertó Marta Zaragoza, responsable de Cáritas.

Roglà solicitó la universalización de los servicios sociales, ya que en estos momentos los inmigrantes irregulares tienen acceso a la salud y la educación de sus hijos, pero quedan excluidos del resto de las ayudas de protección social. El director de Cáritas Diocesana pidió un pacto de Estado para la inmigración, semejante al Pacto de Toledo, que en su día se firmó para garantizar las pensiones, que defina un modelo de integración y evite que la política en materia de inmigración varíe con la alternancia de los partidos en el poder. Roglà valoró el proceso de regularización que ha llevado a cabo el Gobierno: "Entendemos que ha sido un paso muy importante y que ha hecho aflorar una parte de la economía sumergida". Respecto a un posible efecto llamada por este proceso de regularización, Roglà aclaró que, de momento, las parroquias no han notado un aumento de actividad por ello.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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