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Reportaje:

Los vecinos de Leganés, los más longevos de Europa

Un estudio de la Universidad Autónoma prueba que los leganenses viven más por su alimentación y su intensa vida social

Las personas mayores de Leganés viven mucho y bien. Son los más longevos comparados con los ancianos de varios países europeos (Italia, Holanda, Suecia y Finlandia) y de Israel, según un estudio publicado en la revista científica Experimental Gerontology y en el que han participado un grupo de profesores españoles. Los motivos de esta longevidad de los leganenses (elegidos para el estudio por ser representativos del español medio) parecen obvios -la comida mediterránea, las buenas relaciones sociales...-, pero ahora han sido demostrados científicamente.

En 1993 un equipo de investigadores ligados a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, encabezados primero por María Victoria Zunzunegui y luego por Ángel Otero, empezó a estudiar la vida de 1.560 leganenses mayores de 65 años. El objetivo del proyecto, titulado Envejecer en Leganés, pasa por conocer cómo influyen las relaciones sociales en el envejecimiento. Y el resultado fue que la vida social influye en la mortalidad, y mucho. "Los mayores con mucha vida social, que ven a sus familiares, que tienen amigos, que están en la calle, viven más que los que están aislados", explican los investigadores. "Puede parecer obvio, pero nosotros lo hemos logrado demostrar científicamente", agregan. En Leganés hay actualmente unos 24.000 mayores de 65 años (el 11% de la población).

En el municipio, el 45% de los ancianos vive con sus hijos. En el norte de Europa, el 5%

A los investigadores de la Universidad Autónoma les ha costado 12 años sacar las primeras conclusiones. "Cuando empezamos, no fue fácil. Muchos de los ancianos no tenían teléfono. Íbamos a su casa a hacerles una entrevista sobre los hábitos de vida, si les gustaba su vivienda... Luego volvimos a hacerles un examen médico", explica Otero. Así, cada dos años. Hasta ahora. Por el camino han muerto dos tercios de los entrevistados. Ahora sólo quedan 560 ancianos del grupo inicial objeto del estudio, que desde el primer momento ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Leganés. Los datos recopilados se metieron en una base informática y luego fueron analizados. Y después fueron comparados con el de otros países teniendo en cuenta la mortalidad por grupos de edad y sexo.

La tasa de mortalidad de los hombres mayores de Leganés es la menor y la de las mujeres es la segunda menor de los seis países estudiados. ¿Por qué viven más los mayores de Leganés que los de Tampere (Finlandia)? "Las personas que tienen relaciones sociales frecuentes son más longevas", explican Otero y Zunzunegui. ¿Y eso cómo se mide? "Pues viendo el número de familiares a los que el anciano ve con frecuencia, si tiene un confidente especial, si participa en las actividades de su municipio...", enumeran. Así, las personas mayores que "se sienten importantes, que ven que son escuchados", viven más. Y es aquí donde radica la diferencia de la vida del anciano de Leganés con el del resto de europeos estudiados. "Tiene mucha importancia la cultura mediterránea: la alimentación, el protagonismo social...", explican Otero y Zunzunegui. "En un país escandinavo está mal visto que un anciano viva con su familia; es normal que viva solo y por eso están más aislados. En España pasa al revés", dicen. Y concretan con datos: el 45% de los mayores de Leganés vive con sus hijos, mientras que esa cifra baja hasta el 5% en los países del norte de Europa. "En Suecia la mitad de los mayores viven solos y la otra mitad con su pareja; y la frecuencia de contacto con los hijos es muy baja. Eso condiciona la calidad de la vejez", señalan Otero y Zunzunegui.

Según Margarita Pedruelo, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Leganés, "la buena asistencia sanitaria que hay en el municipio" también influye en que los leganenses sean muy longevos. "Desde el Ayuntamiento tratamos de impulsar la vida sana. Tenemos actividades deportivas específicas para ancianos, ocio en los siete centros de mayores y distintos talleres", agrega Pedruelo.

Eso sí, las personas mayores tampoco pueden cargarse con muchas responsabilidades. "Si el anciano tiene demasiadas demandas por parte de la sociedad, entonces será menos longevo", señalan los responsables del estudio Envejecer en Leganés.

Además, en el caso de Leganés las personas viven más que en el norte de Europa, pero con más discapacidades. "El sur de Europa siempre ha sido más pobre, con un nivel de instrucción más bajo. Y eso se traduce, por ejemplo, en trabajos más duros, en poca conciencia sobre no beber alcohol o hacer deporte. Todo ello puede dar lugar a que, ya de mayores, esas personas sean dependientes físicamente", argumentan Zunzunegui y Otero.

El proyecto cuenta también con el apoyo de la Universidad de Montreal y del servicio de Neurología del hospital de Leganés y, entre otras instituciones, tiene financiación regional y de la Unión Europea.

Y sus investigadores terminan con una conclusión: "Lo terrible no es vivir solo, sino estar solo. Hay que inventar soluciones para que las personas puedan envejecer en familia, en su casa, y no en una residencia".

"Andar sí, deporte poco"

Un paseo por el centro comercial "para ver pasar gente"; una cerveza en el bar con los amigos; las compras de casa; por la tarde en la asociación de vecinos. El sevillano Francisco Cordobés, de 69 años, puede ser un ejemplo del típico vecino de Leganés mayor de 65 años. Jubilado, con todo el día por delante, Francisco no pierde ni un minuto y prefiere mantenerse activo. "Me doy un paseo por el barrio o me voy al centro comercial M-40, al lado de casa, que hay mucha gente", cuenta. Las tardes las dedica a la Asociación de Vecinos del barrio de La Fortuna, de la que es presidente.

La residencia de ancianos no se la plantea, ni de lejos. "Mientras pueda estar solo, seguiré solo. Además, tengo a dos de mis hijos muy cerca de casa. Con sólo dar un paseo están aquí", cuenta.

Él considera que lleva una vida saludable. Tan sólo se permite una cerveza "de vez en cuando". "Y me gusta andar. ¿Hacer deporte? No, no. Eso poco. Si acaso alguna vez con mi mujer: nos vamos a la piscina", concluye.

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