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Moratinos explica en el Congreso el expediente a la Embajada en Israel

El ministro pedirá a Venezuela que admita observadores de la UE en todas las elecciones

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, confirmó ayer que ha "apercibido" al embajador de España en Tel Aviv, Eudaldo Mirapeix, y abierto un expediente disciplinario al número dos de dicha delegación, por el incidente de las banderas durante la reciente visita a Israel de una delegación de la Generalitat de Cataluña. Moratinos anunció además que la 10ª Cumbre Euromediterránea, programada para noviembre en Barcelona, será de líderes.

El ministro dio a conocer durante la misma comparecencia parlamentaria que pedirá a las autoridades de Venezuela que admitan observadores de la UE en todos sus procesos electorales.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, Rafael Estrella, informó, por su parte, de que las dos ex senadoras del PP expulsadas el pasado viernes de Cuba viajaron a La Habana con billetes de avión pagados por la Fundación Hispano Cubana, una entidad, dijo, "impulsada" en 1996 por el entonces presidente, José María Aznar, siguiendo el ejemplo de la Fundación Mas Canosa de Miami. "¿Cómo es posible que dijeran que iban de vacaciones?", se preguntó el diputado. Gustavo de Arístegui, portavoz del PP, le respondió que las ex parlamentarias iban a entrevistarse con dos ONG, Mensajeros por la Paz y la Cruz Roja.

Moratinos, que acudió ayer a la Comisión de Exteriores para informar de los preparativos de la 15ª Cumbre Iberoamericana, que se celebrará el 14 y 15 de octubre en Salamanca, y de la Cumbre de Barcelona, prevista para el 27 y 28 de noviembre, habló de la Embajada en Israel cuando De Arístegui, expresó el temor de que el "esperpento político" que, a su entender, revela "las hipotecas y condicionamientos" del Gobierno pueda volver a repetirse durante la Conferencia Euromediterránea. De Arístegui reprochó, además, al ministro que haya intentado convertir "una ofensa gratuita" en "un simple error de floristería".

Moratinos confirmó en su réplica que, en relación con estos hechos, le ha sido abierto un expediente a "un funcionario" -se trata de Diego Sánchez Bustamante, número dos de la delegación- y ha sido apercibido por escrito el embajador Mirapeix, que, precisó, "sigue gozando de la confianza del Gobierno", pero debe extremar la atención "para que no se repitan actos de este tipo y se esmere la organización y el control de las actividades, como debe hacer todo el funcionariado exterior".

"Error de floristería"

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En sus comunicaciones al ministerio, el embajador Mirapeix ha insistido en que la floristería que preparó la corona depositada por el presidente catalán, Pasqual Maragall, y el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, en el monumento al Holocausto, cometió el error de pegar la leyenda Generalitat de Cataluña sobre la cinta de la bandera de España que acompañaba a la senyera. Añade que él ordenó a Sánchez Bustamante que despegara la inscripción, pero que éste entendió mal y retiró la banda rojigualda. "No hubo, en consecuencia, ninguna crisis de las banderas, sino un banal malentendido", concluye el embajador.

El ministro pidió el apoyo del PP al éxito de la Conferencia de Barcelona, que, dijo, "de permitirlo las circunstancias, tendrá el formato de una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno".

La política española hacia Cuba y Venezuela volvió a centrar los aspectos polémicos del debate sobre la Cumbre Iberoamericana. De Arístegui afirmó que el PP sólo volverá al consenso si el Gobierno se empeña para que la UE restablezca la política de invitar a disidentes a las embajadas en La Habana y España es la primera en hacerlo el próximo 12 de octubre.

Moratinos replicó que nunca esa medida dio resultados como la liberación de Marta Beatriz Roque, organizadora de la reunión de disidentes del pasado fin de semana, o condujo a la celebración de semejante asamblea inédita.

Miguel Ángel Moratinos (izquierda), junto a Josep Antoni Duran Lleida ayer en el Congreso.
Miguel Ángel Moratinos (izquierda), junto a Josep Antoni Duran Lleida ayer en el Congreso.GORKA LEJARCEGI

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