Un balneario en Atocha
Galicia promueve los atractivos turísticos de sus aguas con una instalación terapéutica en el Jardín Tropical de la estación madrileña
Galicia es un destino constante de los turistas madrileños; ni el temor a la lluvia les frena. Así lo constatan temporada tras temporada los responsables de turismo de la Xunta, Turgalicia, que viajan a la capital cuando ya se atisba el verano con propuestas en la maleta. Un año fue el turismo rural; otro, las aventuras en familia; otro más, el Camino de Santiago.
Y los madrileños responden. Más de un millón subieron a tierras galaicas en 2004, lo que supuso un 20% del turismo que recibió la región. Para la directora de Turismo de la Xunta, María Antón, esto es una prueba de la complicidad existente entre Galicia y Madrid.
Este año, el incentivo de Turgalicia se centra en el poder benéfico de las aguas gallegas: en sus posibilidades deportivas, tanto en el mar como en los ríos, y en sus poderes revitalizantes y relajantes concentrados en sus balnearios. Agua en Galicia, agua de vida es el título de esta campaña de promoción turística, que se desdobla en dos frentes: la Galicia náutica y la Galicia termal.
Más de un millón de turistas madrileños viajaron a Galicia el año pasado
Precisamente en noviembre saldrá de Vigo la Vuelta al Mundo de Vela (Volvo Ocean Race) y en A Coruña, Sanxenxo y Baiona se desarrollarán algunos entrenamientos.
Como lo de colocar un barco a merced de las olas en el centro de Madrid es una fantasía, se ha optado por algo más real y palpable: un balneario urbano con acceso gratuito.
El Jardín Tropical de la estación de Atocha, en medio de la vorágine de viajeros y transeúntes, ha sido el lugar elegido: un área de 500 metros cuadrados donde, entre palmeras y vegetación selvática, se intenta evocar un paraíso de descanso. El área balnearia o de spa la componen un espacio de hidratación, probando aguas minerales gallegas. Una música suave y unas proyecciones de bucólicos paisajes acompañan el refresco. Después, un masaje reparador a elegir: cuello, cara o espalda. Como punto final, llevarse a casa unos saquitos de sales de baño.
Un grupo de fisioterapeutas se afanaba ayer -en 22 cabinas en forma de cúpula-, para atender a ciudadanos deseosos de un momento de relax. A media tarde, recién estrenada la iniciativa promocional de Turgalicia, más de 500 personas se habían rendido a la tentación balnearia para eliminar tensiones.
Y se espera que varios cientos más sucumban cada día a este reclamo de desaceleración urbana, que se mantendrá hasta el domingo 29 de mayo, abierto de 11.00 a 21.00. A partir de esa fecha, pueden lanzarse a pensar en las vacaciones. Tienen para diseñar su programa de ocio en la comunidad gallega 772 playas, 25 puertos deportivos y 24 hoteles balnearios.
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