Un crecimiento muy saludable

Frente a quienes apuestan por deportes de riesgo -puenting, rafting, caída libre...-, hay quien prefiere el relajo de una mesa de masajes o un tratamiento termal. El turismo de salud y belleza, según datos de la consultora DBK, crece a un ritmo anual superior al 17% y cerró el ejercicio 2002 (últimos datos disponibles) con un negocio superior a los 600 millones de euros.

Este tipo de turismo -normalmente de corta estancia y para clientes de alto poder adquisitivo- ha permitido la recuperación de balnearios obsoletos y ha promovido la oferta de otros productos como la talasoterapia o los spas en hoteles urbanos. A finales de 2002 ya se contabilizaban más de 90 estaciones termales, 22 centros de talasoterapia, 24 centros de salud y belleza y más de 50 hoteles con instalaciones para el tratamiento con agua (spa).

También la nieve

El esquí, por su parte, ha crecido de forma parecida al golf -con el concurso de la construcción de conjuntos residenciales en las estaciones-, aunque a un ritmo menor. En la temporada 2003-2004 el número de visitantes a las estaciones se situó en torno a los 6,5 millones y el negocio generado alcanzó 155 millones de euros, un 7% más que la temporada anterior. Este turismo, además, supuso a los 57 hoteles de las estaciones una facturación de 36 millones de euros, aproximadamente, según DBK.

El esquí también ha atraído una importante actividad inmobiliaria en las estaciones y sus proximidades. El año pasado se pusieron a la venta 8.000 viviendas.

Un turismo donde todavía hay un gran potencial es el de negocios. "España", dice José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, "tiene la mejor planta de Europa de hoteles de cuatro estrellas y muchos palacios de congresos no del todo aprovechados". Este tipo de turismo es, además, muy fácil de combinar con actividades culturales o de aprovechamiento del entorno.

Nuevas instalaciones

En los últimos años, en España se ha producido un importante aumento de la inversión de nuevas instalaciones por parte de organismos tanto públicos como privados. A finales de 2003 operaban 40 recintos feriales, 42 palacios de congresos (excluyendo los recintos asociados a hoteles) y había en proyecto 30 nuevos palacios más. Ese año el nivel de negocio alcanzó los 520 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 11%, de los que la mayor parte, el 78%, se facturó en los recintos feriales.

Según los datos de Spain Convention Bureau, ese año se llevaron a cabo en las ciudades un total de 13.383 reuniones en las que participaron 2,5 millones de personas. Son las ciudades de más de un millón de habitantes las que aportan el 45,1% de los delegados a los congresos.

Este tipo de reuniones genera a su alrededor una importante actividad complementaria en gastronomía, turismo cultural y deportes.