La crisis económica amenaza con resquebrajar el consenso

Los alemanes son solidarios con el Tercer Mundo, dentro de la UE e incluso en su propio país: su Constitución incluye una referencia explícita a la solidaridad interregional desde 1949. Pero el sistema no es fácil de mantener. Sólo cinco Estados federados contribuyen al fondo de solidaridad, del que se benefician los otros 11. Las arcas cada vez más vacías de los länder amenazan con resquebrajar el consenso. "Al principio, todos estaban satisfechos. Ahora nadie se atreve a mover ficha. En especial los más pobres, que temen perder dinero", explica Martin Rosenfeld, experto del Instituto de Investigación Económica de Halle.

Periódicamente aparecen acusaciones de los Estados ricos de que en el Este, más pobre que el Oeste, se despilfarra el dinero ajeno. El caso más sangrante es el de Berlín: con una deuda de 55.300 millones de euros, la capital germana no cesa de engordar sus números rojos y a su vez cobra 3.000 millones anuales de los Estados ricos. Eso no le ha impedido robar -vía subvenciones- la mayor feria musical de Europa (la Popkomm) a Colonia, del land de Renania del Norte-Westfalia, contribuyente neto.

Existe la percepción de que con el actual sistema, los Estados receptores de transferencias no tienen suficientes incentivos para ahorrar más porque, con o sin deudas, siempre les toca un pedazo en el reparto de la tarta. Y viceversa. Sin embargo, con el sistema alemán, si un land realiza un mayor esfuerzo fiscal, una parte de ese mayor esfuerzo redunda en su propio beneficio. Un informe del Ministerio de Finanzas de Baviera, el Estado más rico de Alemania y eterno contribuyente, defiende el mecanismo de solidaridad -a través de subvenciones de nivelación- y en particular su actual regulación porque "aumenta los incentivos y la equidad" en comparación con otros sistemas.

"La compensación interterritorial es un instrumento importante y necesario", opina el portavoz del Ministerio de Finanzas de Baden-Wurtemberg, Thomas Bürger. Ese land, en el suroeste de Alemania, ha pagado 50.000 millones desde 1950. "El problema es que sólo hay cinco länder contribuyentes; hay demasiada carga a repartir entre pocos hombros", añade Bürger.

Las finanzas de los länder están bajo mínimos. El elevado paro y la crisis económica que sufre la Alemania de Gerhard Schröder han reducido drásticamente la recaudación fiscal. "Si algunos länder no pueden sostenerse económicamente, habría que preguntarse si se justifica su existencia", aseguró la semana pasada el ministro federal de Finanzas, Hans Eichel, en referencia a los Estados más pequeños.