_
_
_
_
Entrevista:MAR MORENO | Presidenta del Parlamento de Andalucía | SUSPENSIÓN DEL PLENO

"Apelo al 'a-e-i-o-u' de la política"

Lourdes Lucio

Mar Moreno (La Carolina, Jaén, 1962) no abandona ni por un momento su papel institucional. El jueves afrontó el mayor bochorno que ha vivido el Parlamento andaluz en sus 23 años de existencia por la rebelión de los diputados del grupo popular a acatar el Reglamento, que obligó a suspender el pleno. Confía en que los sucedido sea un incidente aislado.

Pregunta. ¿Cómo califica lo ocurrido el jueves en el Parlamento de Andalucía?

Respuesta. Quiero calificarlo como un hecho puntual, un incidente que tiene que servir para la reflexión y para ser olvidado.

P. Los periódicos hablaban ayer de "gamberrada" del PP ¿Cree usted que se trata de un hecho aislado o de algo más?

R. Yo quiero y voy a empeñarme en que sea un hecho aislado y estoy convencida de que la reflexión a que invita ese hecho va a hacer que sea así. No dudo en ningún momento de la capacidad de ningún grupo político de la Cámara, ni del Partido Popular, para retomar la más absoluta normalidad institucional.

"La aplicación de sanciones sólo hubiera añadido más leña al fuego"
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO
"No voy a caer en la tentación de estigmatizar a ningún grupo político"
Más información
El PSOE pide al PP que frene la estrategia "suicida" puesta en marcha por Arenas

P. ¿Algún miembro del PP o del grupo parlamentario se ha puesto en contacto con usted para explicar lo sucedido?

R. La verdad es que no.

P. Cuando habló usted en el pleno de que se estaba cruzando la raya, ¿qué quería decir?

R. Creo que, en general, más allá de la política, más allá de la democracia, la propia civilización se sostiene en base a una especie de creencia compartida de que no se pueden cruzar ciertas rayas. Pero eso es una construcción convencional, es decir, es una construcción artificial. En realidad, la civilización no está protegida por ninguna barrera de hormigón, es sólo una frágil línea artificial detrás de la cual no hay absolutamente nada, no hay más recursos, no hay más respuestas, no hay nada, solamente está la impune incivilidad. Y eso significa que salvo aquellos que, como es natural, el sistema da una respuesta penal a los extremos graves que no son tolerados... pero hablando del resto de construcciones de civilización, insisto, es una barrera convencional en la que reposan y descansan todas nuestras reglas humanas. De ahí la importancia de aceptar los límites. Apelo al a, e, i, o, u de la política.

P. ¿Por qué decidió usted no sancionar a los diputados del PP?

R. Porque entendí, en primer lugar, que lo que necesitaba el Parlamento de Andalucía era serenidad y prudencia. Era la primera vez que ocurría una cosa así, por lo tanto yo no pienso que vaya a constituir un precedente, porque creo que no lo va a constituir de ninguna clase y, por tanto, entendí que lo que necesitaba un acontecimiento de una gran envergadura política como el que se produjo era una respuesta política, era una llamada a la reflexión porque el reglamento ayer [por el jueves] se quedaba corto. El reglamento no hubiera servido más que para generar más tensiones en el futuro, para generar problemas procedimentales, o sea, para añadir más leña al fuego. Creo que mi obligación era todo lo contrario e intentar buscar un tiempo para apaciguar y para serenar el clima político del Parlamento.

P. Sin embargo, el portavoz del PA decía que se había establecido un precedente. Usted lo niega, pero el PP consiguió suspender un pleno del Parlamento, lo que en 23 años no había sucedido nunca.

R. No creo que ellos persiguieran ni siquiera eso. Pienso de verdad que cualquier grupo político, en un momento determinado, puede no calcular bien los efectos de un determinado comportamiento y quiero pensar que lo que pasó fue exactamente eso: un incidente no bien medido, por lo tanto no debe tener más consecuencias, sobre todo si se extraen reflexiones y conclusiones constructivas. Creo que lo primero que hay que hacer cuando se produce algo así es tender inmediatamente puentes para que se quede en un incidente. Desde luego yo no voy a caer en la tentación de estigmatizar a ningún grupo político por una actuación puntual, por lamentable que ésta pueda ser.

P. Usted habla de reflexión. ¿Cree que el PP está en una estrategia reflexiva?

R. Hay mucho ámbito legítimo y soberano para que las fuerzas políticas establezcan su estrategia de oposición o de gobierno y, desde ese punto de vista, el PP, como cualquier otro grupo, puede decidir llevar la oposición a un extremo más duro, más blando, dentro de su soberanía puede decidir exactamente hacer la oposición que decida hacer, con los contenidos que decida hacer, pero, insisto, todo eso tiene su espacio en el propio Parlamento y, desde luego, un gran espacio fuera del Parlamento. Hablo de las reglas de juego elementales, hablo de que, cuando un árbitro toca el silbato en un partido de fútbol, el partido se detiene inmediatamente, porque si no, si el partido sigue o alguien se queda con la pelota, es el fin del fútbol. Y a partir de ahí cada equipo marca su estrategia, más o menos dura, de cómo meter goles. Y eso, insisto, yo no soy nadie para enjuiciarlo. Cada grupo tiene su estrategia y la ciudadanía enjuicia a cada cual, pero mi reflexión, y lo que yo considero que es absolutamente incidental, confío plenamente y no me cabe duda de que el Partido Popular tiene cultura democrática de sobra y tiene, estoy convencida, una mayoría sensata que está absolutamente en esa línea, es para que un incidente no lo elevemos a la categoría estructural. Espero que eso no sea así, confío plenamente en ello.

P. A algunos de los presentes, les sorprendió que dos representantes del PP en la Mesa del Parlamento, que forman parte de la institución, avalaran la actitud del PP. ¿Se sorprendió usted por esa actitud?

R. La verdad es que si dentro de la Mesa del Parlamento se produce algún incidente lo tendremos que resolver dentro de la Mesa.

P. Por la tarde, en la sesión de control, el PP se situó como víctima de la situación. La presidenta del grupo popular dijo que la maltratada era ella, que el presidente Chaves no le había contestado. ¿Qué opina sobre esto?

R. Opino que todo lo que se expresa con corrección dentro del tiempo que marca la presidenta y una vez que la presidenta ha dado la palabra tiene la máxima libertad de expresión en el Parlamento de Andalucía.

P. ¿El presidente la puso en un apuro cuando dijo que no intervenía con pancartas insultantes en la mesa?

R. Cualquier diputado, desde el presidente hasta el último de los diputados, hace el uso de su tiempo y se expresa como quiere, dentro de los márgenes de libertad y corrección que hay que emplear en términos de cortesía parlamentaria. Insisto, cada cual modulando. Pero nada tengo que objetar sobre lo que nadie diga o hable dentro de sus tiempos, marcados por la presidencia, y dentro de las reglas del juego. El problema es cuando no se atienen a las reglas mínimas del juego.

P. ¿Además de un desacato evidente, para muchos, se produjo también una falta de respeto del portavoz del grupo popular hacia usted?

R. No quiero calificar ni darle vueltas al hecho de ayer [por el jueves]. Quisiera quedarme en una reflexión de carácter general que pueda ser de utilidad para los parlamentarios y para la propia ciudadanía de respeto a la democracia, respeto institucional, respeto a las reglas del juego, que es algo básico y elemental para la convivencia. Insisto, no voy a echar ninguna leña al fuego, todo lo contrario, lo que tiendo son puentes. Lo que habrá la semana que viene será una presidenta del Parlamento absolutamente respetuosa para salvaguardar los derechos de los grupos políticos y, naturalmente, eso no genera ningún tipo de problema en la presidenta.

P. ¿Y si no fuera un incidente aislado, si formara parte de una estrategia

?, ¿cuál es su fin?

R. No se puede juzgar lo que no ha ocurrido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_