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Los unionistas radicales dan por enterrado el proceso de paz en Irlanda del Norte

El reverendo Ian Paisley, líder del principal partido unionista, dio ayer por enterrado el proceso de paz en Irlanda del Norte y reclamó el restablecimiento de la autonomía sin la participación del Sinn Fein, el brazo político del IRA. Sus comentarios, pronunciados a las puertas de Downing Street, tras mantener una entrevista con el primer ministro británico, Tony Blair, reflejan el estancamiento que vive el Ulster.

Paisley, convertido en líder del unionismo, se pronunció por "un entierro razonable" del proceso de paz, que considera agotado, y "un nuevo comienzo" para restablecer la autonomía sin el Sinn Fein hasta que el IRA destruya sus arsenales "de manera verificable" y acabe todas sus actividades criminales. Paisley no quiere compartir el Gobierno con el Sinn Fein y explicó el porqué: "No me fío de ellos y la gente no se fía de ellos".

Poco después fue Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, el que se entrevistó con Blair. El encuentro, el primero que celebran desde las elecciones británicas, duró algo más de lo esperado. A la salida, Adams reiteró su visión de que "el Acuerdo de Viernes Santo es la única forma de seguir adelante" y su llamamiento al IRA para que abandone definitivamente la lucha armada.

Esperando al IRA

Ese abandono, que los comentaristas confían en que se pueda producir en las próximas semanas, se ha convertido aparentemente en la única solución al estancamiento del proceso de paz. En diciembre, el desarme definitivo del IRA parecía inminente, pero aquellas conversaciones se rompieron por la intransigencia de ambas partes: los unionistas de Paisley exigían que ese desarme fuera fotografiado y ese testimonio difundido, pero el IRA sólo aceptaba que, además de los observadores internacionales habituales, estuvieran presentes un sacerdote católico y un pastor protestante. Luego, el robo de un banco en Belfast y la muerte en un pub de Robert McCartney, atribuidos ambos a activistas del IRA, agudizaron la crisis.

El nuevo ministro para Irlanda del Norte, Peter Hain, advirtió ayer de que no habrá negociaciones con una sola de las partes y que el Acuerdo no se puede reabrir. Sin embargo, con los dos partidos radicales convertidos en los mayoritarios en ambos bandos, todo es ahora más difícil. Símbolo quizá de esas dificultades, los dos grandes artífices del acuerdo están fuera de la escena. John Hume, el líder nacionalista católico que sacrificó la supremacía de su partido, el SDLP, por el bien de la paz y provecho del Sinn Fein, se ha retirado por razones de salud. David Trimble, que arrastró al unionismo a compartir el Gobierno autónomo con los católicos, incluidos los republicanos, ha sido expulsado de la escena política por unos electores unionistas cada vez más desencantados y radicalizados. Trimble ha perdido su escaño en Westminster y ha dejado el liderazgo del moderado Partido de los Unionistas del Ulster (UUP).

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