Moratinos ve "una plena voluntad" de Croacia para cooperar con La Haya

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se mostró ayer deseoso y confiado en que la Unión Europea levante en junio sus últimas reservas al inicio de las negociaciones para la adhesión de Croacia, que deberían haber comenzado el pasado 17 de marzo. El ministro afirmó incluso que encontró en Zagreb "una voluntad de cooperar plenamente con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia [TPIY]".

Los 25 apreciaron, sin embargo, hace dos meses una escasa disposición en las autoridades croatas para que el general Ante Gotovina, presunto criminal de guerra croata, comparezca ante el tribunal de La Haya. Ése fue precisamente el motivo de la suspensión del inicio de las negociaciones de adhesión de un país, que, por lo demás, cumple con los requisitos de democracia y responsabilidad económica fijados por Bruselas.

El optimismo expresado por Moratinos, quien se reunió con el presidente de Croacia, Stjepan Mesic; con el primer ministro, Ivo Sandor, y con la ministra de Exteriores, Kolinda Grabar, no se basa en ningún cambio evidente de la posición croata. La ministra Grabar reiteró ante la prensa que la dificultad en el caso de Gotovina es que La Haya le exige que se entregue, y la UE culpa al Gobierno de Zagreb de que no lo haga, a pesar de que el general, de infausta memoria en las guerras balcánicas, es también, según la ministra, un prófugo de la justicia croata.

Ese argumento de que Croacia no controla a su malfamado general ha merecido hasta ahora nula credibilidad en Bruselas, y no se ve claro por qué vaya a tenerla ahora. Grabar informó de que el Gobierno croata ha presentado a la UE "un plan de seis puntos" que demuestra su voluntad de cumplir con la justicia de La Haya.

Moratinos dijo, por su parte, que "espera" que las conversaciones que se desarrollarán hasta el Consejo Europeo de mediados de junio "tengan éxito". También reconoció que "España quiere que en la UE haya otro país mediterráneo más" y que apoyará sin vacilar la candidatura croata.

En el plano bilateral, el ministro español firmó con el titular croata de Finanzas, Ivan Suker, un acuerdo para evitar la doble imposición. Éste manifestó la esperanza de que la medida contribuya al desarrollo de las relaciones económicas y a equilibrar una balanza comercial modesta -de unos 35 millones de euros al año-, pero muy favorable a España.

También en el plano bilateral, Moratinos pidió a sus interlocutores información sobre el reciente viaje a Croacia del opositor guineano Severo Moto, refugiado en España, quien, según la prensa croata, trató de comprar armas ilegalmente. El ministro no precisó a la prensa ningún detalle nuevo de esta peripecia y pospuso cualquier conclusión hasta la recepción del memorando que, según aseguró la ministra Grabar, sigue preparando la policía croata.

Tanto Moratinos como su homóloga insistieron en que Moto, que luego denunció que había sido víctima de un intento de asesinato promovido por España, no tuvo contacto alguno con autoridades croatas. También manifestaron que las comunicaciones entre los dos Gobiernos habían sido perfectas en este asunto. El Gobierno español se muestra dispuesto a revisar el estatuto de Moto, si hay constancia de que no cumple con las obligaciones que de él se derivan.

El ministro se aseguró, por otra parte, que Grabar asistirá en junio en Córdoba a la conferencia contra el antisemitismo organizada por la OSCE, un evento que Moratinos ha promocionado en todas las etapas de esta gira que concluyó ayer en Trogir, pequeña localidad adriática croata. El ministro, que veraneó en este pueblo cuando estuvo destinado en la Embajada de Belgrado, fue proclamado ayer hijo predilecto.