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Columna
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Más facturas

En el Ayuntamiento de Sevilla se descubrieron dos facturas falsas por valor de 4.800 euros y el escándalo fue superior al del famoso 3% catalán del que, por cierto, nunca más se supo. En el Ayuntamiento de Sevilla, la impecabilidad democrática se impuso y hubo dimisiones, pero al PA y al PP, en la oposición, les pareció poca cosa la dimisión del concejal delegado del distrito en el que aparecieron las famosas facturas y pidieron, ya puestos, la dimisión del alcalde, mientras exigían una comisión de investigación que destapara toda la corrupción del PSOE. Pusieron condiciones que se cumplieron y, sin embargo, todo ha sido empezar los trabajos y escenificar un abandono de la comisión que delata su falta de interés en que la investigación pedida pueda hacerse. Es cierto que tanto PA como PP quisieron limitarla a lo ocurrido en el distrito Macarena y que los partidos en el Gobierno, PSOE e IU, decidieron que se ampliara al funcionamiento de todos los distritos. Ahí empezó el problema que ha acabado en el abandono de una comisión que serviría a la oposición si era contra el PSOE, pero que si se ponía en serio a investigar la gestión y la eficacia de los controles en todos los distritos, se aguaba el objetivo y no interesaba. El caso es que en medio de los ecos de la espantada de la oposición, que califica la comisión de pantomima, en un arriesgado diagnóstico sobre su funcionamiento, aparecen nuevas facturas, esta vez del PA, de un gasto de hasta 75.000 euros sin justificar debidamente. El PA y el PP se fueron de la comisión, boicotearon con su actitud los trabajos de investigación, quisieron desactivarla después de haberla exigido como una cuestión de vida o muerte democrática en el Ayuntamiento de Sevilla. A lo que el PA llamaba corrupción del PSOE, por la aparición de dos facturas falsas por valor de 4.800 euros, llama ahora posibles errores en la gestión, refiriéndose a la aparición de las suyas. Lo importante para los ciudadanos es la verdad, no la utilización partidista de los hechos, que a veces conduce directamente a la exageración, que si se apura, incluso puede llevar a la mentira. En el caso del Ayuntamiento de Sevilla, para que sólo sea posible la verdadera historia de la gestión de los distritos municipales, la comisión de investigación tal como está planteada y cumplidas todas las exigencias para su constitución, con o sin la presencia de PA y PP, debe continuar.

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