El puerto más importante del siglo XII
Los numerosos textos geográficos árabes existentes sobre Almería y provincia se han recogido en el libro Almería andalusí y su territorio, publicado por la Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, el Instituto de Estudios Almerienses de la Diputación Provincial y el Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos Almería 2005.
La recopilación y traducción, que ha llevado a cabo el profesor de la Universidad de Almería Jorge Lirola, reproduce en castellano y árabe los textos en los que los propios autores árabes describen Almería, sus alquerías, castillos, medinas e, incluso, los caminos que conectaban entre sí las distintas localidades. Pero además recoge textos referidos a la economía, el comercio, el tráfico marítimo o la fabricación de tejidos de seda.
ALMERÍA ANDALUSÍ Y SU TERRITORIO
Jorge Lirola
Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes. 238 y precio 12 euros.
Así, diferentes autores árabes medievales describen la configuración urbana de la ciudad, con sus tres recintos clásicos (la Almedina, el Arrabal del Oratorio y el Arrabal de la Hondonada) y presidiéndolos la Alcazaba. Las voces que se recogen en el libro son dispares. Las hay de almerienses como al-Udri e Ibn Jatima, de autores afincados en Almería y conocían bien el territorio como al-Bakri y al-Rushati, también de andalusíes de los que hay constancia presencial en Almería y de autores orientales.
Entre las fuentes utilizadas se encuentra el Libro de cuentas árabe, un documento excepcional que pudo ser recuperado y que ofrece numerosos datos que permiten conocer la estructura socio-económica de los últimos años de la Almería andalusí y de la que se extraen asimismo informaciones de carácter geográfico. De ellas se puede deducir, entre otras cuestiones, que la piedra natural -el mármol- ya era una de las importantes fuentes económicas para la provincia, sector que actualmente pervive, al contrario que ocurre con la fabricación de tejidos de seda.
Durante la época andalusí, Almería era una ciudad abierta al Mediterráneo y mantenía fluidas relaciones con el Magreb y Oriente a través de su fuerte puerto, el más importante de la Península Ibérica en la primera mitad del siglo XII, con un importante tráfico marítimo.
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