El Parlamento de Alemania aprueba la Constitución europea con el 95% de los votos
Los democristianos critican la candidatura de Turquía y la falta de referencia a Dios en el texto
El Parlamento Federal alemán (Bundestag) aprobó ayer la Constitución europea por un abrumador 95% de los votos emitidos, que supera con creces la necesaria mayoría cualificada de dos tercios. Para la aprobación definitiva de la Constitución europea en Alemania se requiere ahora la ratificación, también por dos tercios, en el Consejo Federal (Bundesrat), la segunda Cámara, donde están representados los Estados federados. La votación en el Bundesrat, prevista para el día 27, será un mero trámite, dado el consenso existente entre los grandes partidos alemanes.
Alemania, uno de los pilares de la Unión Europea, dijo sí a la Constitución por abrumadora mayoría. Ahora, la esperanza se centra en que la votación de ayer dé un empujón al sí en el referéndum de Francia del 29 de este mes para evitar una crisis de imprevisibles consecuencias. Al concluir la votación, el ministro de Exteriores alemán, el líder de Los Verdes, Joschka Fischer, expresó su esperanza de que en Francia gane el sí y admitió que Europa "no tiene un plan B". No existe, al parecer, una alternativa para un rechazo a la Constitución en el otro pilar de la UE.
El debate sobre la Constitución Europea en el Bundestag duró algo menos de cuatro horas y concluyó con una votación nominal. De los 594 votos emitidos, 569 fueron favorables a la Constitución Europea, 23 en contra y 2 abstenciones. Los votos negativos salieron de filas de algunos democristianos (CDU/CSU) reticentes, de las dos diputadas del poscomunista Partido del Socialismo Democrático (PDS) y del diputado ultraderechista Martin Hohmann, expulsado hace un año de la democracia cristiana (CDU) por dar rienda suelta a su antisemitismo en varios mítines.
Con muchas referencias al carácter "histórico" de la votación transcurrió ayer el debate parlamentario, sin discrepancias básicas entre los grandes partidos alemanes. Abrió el debate el canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder (SPD), y apeló a no fijarse en los detalles de una frase o un artículo "que no llenan del todo nuestras expectativas", y añadió que la Constitución europea es "la obra que corona el trabajo político de dos o tres generaciones" que lucharon por la unidad desde el final de la II Guerra Mundial. Según Schröder, la UE "está más capacitada para decidir, es más democrática y cercana a los ciudadanos" con la Constitución. Fischer argumentó la importancia de la Constitución para la paz y la estabilidad en Europa: "Quien quiere una Europa en paz tiene que decir sí a una Europa ampliada y el que quiere una Europa ampliada tiene que decir sí a esta Constitución". Fischer advirtió contra los riesgos de caer en un "nacionalismo sangriento" y aludió a las guerras de los Balcanes en la década de los noventa.
En las intervenciones de los diputados democristianos, y sobre todo del primer ministro de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber (CSU), que tiene derecho de voz en el Bundestag, se advirtieron reticencias sobre el texto constitucional, aunque existe la convicción de que "no hay alternativa". Stoiber estuvo contundente al introducir en el debate el ingreso de Turquía en la UE. "Dentro del marco de las posibilidades legales, nosotros haremos todo lo posible para que nunca se produzca el pleno ingreso de Turquía", aseguró el combativo primer ministro de Baviera. La democracia cristiana (CDU/CSU) preconiza una "asociación privilegiada" de Turquía con la UE y rechaza su integración de pleno derecho. La presidenta de la CDU, Angela Merkel, afirmó que decía sí "de todo corazón, aunque no todo me gusta". Sostuvo Merkel que una referencia a Dios "nos habría ayudado a definir nuestra identidad de una forma más clara".
La objeción más repetida por los democristianos es la ausencia de la referencia a Dios en el preámbulo de la Constitución. Un diputado de la CDU, Manfred Carstens, explicó su voto negativo y llegó incluso a mencionar a la Santísima Trinidad y al Espíritu Santo, que no aparecen en la Constitución. El otro diputado que explicó su voto negativo, el socialcristiano Peter Gauweiler (CSU), fue más lejos y anunció que volverá a intentar ante el Tribunal Constitucional un rechazo a la Constitución europea. Gauweiler, que ya sufrió un revolcón hace un mes por defectos de forma, argumenta que la Constitución europea supone la derogación de la alemana.
Desde la izquierda, la diputada del PDS Gesine Lötzsch afirmó que la UE y el Gobierno federal "en los últimos años han hecho todo para abrir las puertas de par en par a las langostas y con la Constitución se les da nuevo alimento". La diputada del PDS aludía a la reciente referencia crítica del presidente del SPD, Franz Müntefering, que criticó a un capitalismo que llega como la plaga de langosta, esquilma las empresas y luego se va.
Desde Estrasburgo, el jefe del grupo parlamentario de Los Verdes en el Parlamento Europeo, Daniel Cohn-Bendit, dijo que no se puede prever si la votación de ayer en Alemania repercutirá en Francia. Lamentó que no se haya celebrado un referéndum en Alemania y en toda Europa para aprobar la Constitución.
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