Los euroescépticos promueven una moción de censura contra Barroso en la Eurocámara
El presidente de la Comisión, cuestionado por sus vacaciones en el yate de un millonario
Nigel Paul Farage, líder del euroescéptico Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), presentó las firmas suficientes como para lanzar una moción de censura contra el presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Durão Barroso, según confirmaron anoche fuentes oficiales del Parlamento Europeo. Farage había anunciado su intención de plantear esa moción tras la polémica abierta a raíz de haber descubierto que Barroso y su familia habían pasado parte de sus vacaciones de verano a bordo del yate del multimillonario griego Spiros Latsis.
Farage, acompañado por el secretario general de su grupo, el belga Hermann Verheirftraeten, presentó en la tarde de ayer en Estrasburgo 73 firmas de eurodiputados que apoyan la moción de censura, exactamente el número mínimo de firmas requeridas para este trámite (el 10% de los 732 escaños de la Cámara). El euroescéptico británico y Verheirftraeten entregaron los correspondientes documentos al secretario general de la Eurocámara, Julian Priestley, con la petición oficial y expresa de que lo comunicara al presidente del Parlamento, el español José Borrell.
A partir de hoy, los servicios técnicos del Parlamento tendrán que comprobar si todas y cada una de las firmas presentadas son auténticas. Las fuentes parlamentarias consultadas desconocían quiénes eran los eurodiputados que había suscrito la solicitud, que duplican prácticamente la cifra de los integrantes del grupo parlamentario en el que está integrado Farage. Se trata del Grupo Independencia / Democracia, copresidido por el propio Farage y por el danés Jens-Peter Bonde. UKIP logró diez escaños en las elecciones al Parlamento Europeo de junio del pasado año, pero el Grupo Independencia / Democracia está compuesto por 37 eurodiputados británicos, franceses, daneses e italianos, entre otros.
Una vez comprobada la validez de las firmas, el trámite siguiente sería la discusión sobre la propuesta en un mini pleno que se celebrará los próximos 25 y 26, sólo unos días antes del crucial referéndum francés sobre la Constitución europea que se celebrará el 29. Después, y si la propuesta se mantiene, la moción de censura sería debatida y votada en pleno el mes que viene.
En teoría, según han asegurado estos días en la Eurocámara y en la Comisión, la propuesta de Farage tiene pocas opciones de salir adelante, porque necesitaría el apoyo de la mayoría de la Cámara y difícilmente será respaldada por muchos parlamentarios, entre otras razones por se lanzada por los euroescépticos. Sin embargo, si la moción es debatida en la Eurocámara, supondrá un nuevo e inevitable desgaste para el presidente Barroso, ya debilitado por las tensiones que ha mantenido con el propio Parlamento y con el presidente francés, Jacques Chirac.
Barroso, además, ya empezó su mandato el año pasado con muy mal pie en la Eurocámara, que le obligó a retrasar la votación sobre el equipo de comisarios y no dio luz verde al mismo hasta que el político portugués no prescindió del conservador italiano Rocco Buttiglione, quien soliviantó a socialistas y liberales.
Farage ya ha dado dos importantes disgustos a Barroso. El primero en la atrasada votación de la nueva Comisión en noviembre pasado, cuando destapó que el comisario francés Jacques Barrot, encargado de Transportes, había sido condenado y amnistiado por un caso de financiación política irregular. El segundo, el mes pasado, cuando el euroescéptico descubrió las vacaciones de Barroso y su familia a bordo del yate de Latsis -naviero y banquero citado por la revista Forbes entre las 60 mayores fortunas del mundo-, junto con un ex profesor de ambos nombrado después asesor del presidente de la Comisión.
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