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El abogado del menor de Natzaret dice que actuó en legítima defensa

El juicio contra un menor de 16 años acusado de la muerte de un varón de 23 años y de herir gravemente a otro de 19 años en la madrugada del 13 de octubre pasado quedó ayer visto para sentencia. Más de cuatro horas de vista cerraron las declaraciones de testigos, imputado, agentes y peritos. Las acusaciones modificaron ayer la tipología de los delitos que imputan al acusado. Así pues, mantuvieron su petición de ocho años de internamiento más otros cuatro por un delito de asesinato y otro de asesinato en grado de tentativa. Cuando empezó el juicio, el pasado viernes, los hechos ocurridos en octubre en Natzaret habían sido considerados como homicidio y homicidio en grado de tentativa.

La defensa del imputado reiteró su petición de archivo de la causa por entender que su representado actuó en defensa propia. Sin embargo, y como alternativa, entendió como razonable un internamiento de un año por el delito de homicidio y otros seis por el de homicidio intentado. El letrado, José María Cervell, explicó que "pedir una medida de internamiento por esta parte tiene más que ver con las circunstancias personales que envuelven la situación de este menor y que podrían, en su caso y de forma alternativa, indicar ese internamiento".

Las manifestaciones a lo largo del juicio, que se ha celebrado a puerta cerrada, generaron algunas tensiones fuera de la misma, donde se congregaron familiares de las víctimas, vecinos de Natzaret y familiares del procesado. Al finalizar la sesión de ayer, el letrado del acusado dijo que había quedado claro que la víctima mortal había consumido cocaína cuatro horas antes de los hechos; que en el coche en el que viajaban se encontraron armas de defensa personal, la funda de una escopeta y una pistola que finalmente resultó ser simulada; y que la víctima que sobrevivió a los disparos tiene importantes antecedentes policiales por robo con intimidación y violencia.

Forcejeo

Agregó además que a su juicio, en la celebración de la vista ha quedado claro que el acusado no llevaba el arma. Su relato de los hechos, tal como expuso al tribunal por escrito, refiere que sobre las cuatro de la madrugada del 13 de octubre, el menor se encontraba en un parque de la calle de Manuel Carboneras de Natzaret, a doce metros de su casa, cuando se paró un coche, se le acercó un joven que intentó robarle, que sacó una pistola, que entre ambos hubo un forcejeo en el transcurso del cual se produjo un disparo que alcanzó a Carlos Estors, la víctima mortal, que segundos después descendió del vehículo otro joven, Vicente Guerrero y al verlo acercarse el acusado disparó la pistola en legítima defensa.

Ese relato de los hechos no coincide con el de las acusaciones particulares, que negaron cualquier relación de las víctimas con el mundo de las drogas. La madre del joven que resultó herido aquella noche tildó al abogado de la defensa de "mentiroso" y aseguró que había "difamado" a su familia con la versión de los hechos aportada en al sala.

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