Campos impone silencio a los consejeros y el PP considera las declaraciones de Blasco "un cotilleo"

El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, exigió ayer a los miembros del Gobierno valenciano que eviten hacer declaraciones y comentarios respecto a la crisis abierta en el último pleno del Ejecutivo. La fricción entre las consejeras Gema Amor y Milagrosa Martínez con motivo de las subvenciones de Turismo, así como la intervención de Rafael Blasco, el titular de Territorio, que afirmó que "algunos consejeros no estaban a la altura", provocó el lunes una cascada de declaraciones de consejeros que aumentaron la sensación de crisis.

Campos quiso zanjar ayer la polémica con esta medida, y el Grupo Popular actuó en consecuencia al rechazar en la reunión de la Mesa de las Cortes que el vicepresidente diese cuenta en el próximo pleno de las declaraciones de Blasco y de los cambios producidos en su departamento, como le pedía el Grupo Socialista. El portavoz de los populares, Rafael Maluenda, justificó el rechazo recordando que hay una resolución de la Presidencia por la que se agiliza el trámite de aquellas preguntas a los miembros del Consell "que sean de interés general", y subrayó que "una cosa es que sean de interés general y otra cosa es el cotilleo"

Como consecuencia, el portavoz adjunto del Grupo Socialista, Antoni Such, mostró su "más grande indignación". Para Such, este rechazo viene determinado por "un claro retroceso en la gestión del gobierno de Camps y un claro enfrentamiento del propio gobierno, manifestado en la reunión del Consell del viernes pasado así como en distintas manifestaciones de miembros del Consell". Por otra parte, el secretario de Medio Ambiente del PSPV, Francesc Signes, se sumó a la crítica que el diputado popular Manuel Gómez lanzó a Blasco tras sus declaraciones, en la que acusó al consejero de querer tapar su gestión con ellas. Signes aseguró que "la ineficacia de Blasco es un clamor en el PP" y le acusó de haber convertido la Comunidad Valenciana en "el paraíso del pelotazo".