Brufau sugiere que las subvenciones agrícolas de la UE palien el paro que genera la deslocalización

Empresarios valencianos, catalanes, madrileños, vascos, andaluces y gallegos vinculados a asociaciones no patronales debatieron ayer en Valencia sobre "globalización y multilocalización", en palabras de Francisco Pons, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), desde una perspectiva teórica y "de fondo" con objeto de "abrir las mentes de los empresarios", según Antoni Brufau, presidente del Círculo de Economía. Como botón de muestra del calibre del debate, Brufau sugirió que las subvenciones agrícolas que distribuye la Unión Europea podrían destinarse a paliar los problemas de desempleo que genera la deslocalización industrial y dirigirse a recolocar a los trabajadores afectados.

"La especialización de la mano de obra es tan importante como las infraestructuras"

El presidente del Círculo de Economía, una institución fundada en 1958 en Barcelona como foro de debate encaminado a modernizar la vida económica y social española, asumió "que la deslocalización industrial es imparable y, ante un grupo de periodistas, defendió que "otros países la necesitan", del mismo modo que España se benefició en su día de la implantación en nuestro territorio de industrias foráneas. Brufau aseguró que los beneficios de la deslocalización industrial son superiores a los problemas laborales que genera y, sin intentar reducir el calibre del problema que sufre cada uno de los trabajadores afectados por el traslado de actividades productivas a terceros países, afirmó que "el porcentaje de trabajadores afectado es pequeño".

Como solución al problema laboral, el presidente del Círculo de Economía, comentó: "Los fondos europeos deben subvencionar la reconversión de la gente que sufre los efectos de la deslocalización en lugar de subvencionar determinados productos agrícolas. El problema es español, pero también francés, italiano, y se ampliará cuando se integren efectivamente los nuevos países de la Unión Europea".

Francisco Pons, presidente de AVE y distribuidor de frutos secos y snacks, aportó su propia reflexión sobre el carácter inevitable de la deslocalización industrial y la importancia de retener los procesos que aportan valor añadido a la cadena de producción. Pons comentó que Importaco "no trabaja con productos tradicionales, sino bíblicos", que no se producen en España "desde hace más de treinta años", sin embargo, su empresa genera notables beneficios como resultado de su tratamiento industrial y su distribución. Del mismo modo, "si no fuera por la deslocalización nunca se habría podido levantar en apenas cuatro días el imperio de Inditex", la mayor empresa textil española, añadió Pons.

Pons, presidente de AVE, y el propio Brufau, ejercieron como anfitriones de un encuentro que congregó a organizaciones empresariales "con una misión parecida" de Madrid, País Vasco, Andalucía y Galicia. "No tenemos nada que ver con la patronal", subrayó Pons en la presentación de las jornadas.

Jesús Echevarria, presidente del Círculo de Empresarios Vascos, y los secretarios de las asociaciones paralelas de Madrid, Andalucía y Galicia, asistieron al encuentro, pero el grueso de los 80 empresarios que participaron en los debates eran valencianos y catalanes.

A puerta cerrada, Antoni Brufau abrió la jornada con una severa advertencia sobre el agotamiento del modelo económico que ha sustentado el crecimiento de España en los últimos años, según la versión compartida de algunos empresarios presentes.

Las reflexiones de Brufau sobre la escasa proyección del modelo económico español coinciden con las conclusiones de la cumbre empresarial organizada por Cierval en Peñíscola hace unas semanas.

El actual presidente de Repsol YPF aludió, en público y en privado, a la importancia de ciertas infraestructuras, singularmente la conexión ferroviaria a lo largo de todo el corredor mediterráneo, desde Algeciras hasta Francia, pero hizo especial hincapié en la creciente importancia de los denominados intangibles: "La especialización de la mano de obra es tan importante como las infraestructuras físicas en la generación de valor", sintetizó Brufau.

Ante los periodistas, el empresario catalán extendió al ámbito territorial las reflexiones sobre la especialización. Brufau se preguntó qué sentido tiene que valencianos y catalanes, por ejemplo, compitan en todos los ámbitos, desde el portuario al universitario, reproduciendo "en pequeño" modelos paralelos. Desde su punto de vista carece de sentido que las universidades de Tarragona y Castellón, por ejemplo, ofrezcan los mismos estudios en lugar de profundizar en sus respectivos puntos fuertes. "Los recursos no son ilimitados y es muy ineficiente que todos hagamos lo mismo", explicó Brufau, "debemos abordar las posibilidades de la complementariedad".

El debate sobre la eurorregión, por ejemplo, carece de sentido si se enfoca desde un punto de vista político, según coincidieron en señalar Pons y Brufau. Ambos señalaron que la mera palabra "suena mal", subrayaron que las consideraciones políticas y sociales deben ir acompañadas de consideraciones económicas "al mismo nivel" y apostaron por enfocar la cooperación entre regiones ante la Unión Europea como "una oportunidad". El triángulo que forman Barcelona, Valencia y Madrid, por ejemplo, podría plantear necesidades conjuntas muy alejadas de las que propondría otro triángulo cuyos vértices fueran La Coruña, Bilbao y Madrid. Y la geometría ofrece múltiples combinaciones.