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LA PRECAMPAÑA GALLEGA

Rajoy y Fraga defienden una Galicia del PP como "pieza básica en la unidad de España"

"Zapatero quiere un Gobierno gallego que le haga el juego a Maragall", afirma el líder popular

Las elecciones gallegas del próximo 19 de junio no sólo deciden, según el PP, quien será el presidente de la Xunta y qué partidos gobernarán. Según Manuel Fraga, su candidato, y Mariano Rajoy, el líder popular, en esas elecciones se juega "la unidad de España". Rajoy destacó que "Galicia no puede permitirse el lujo" de tener "un Gobierno como el de Cataluña, que le haga el juego a Maragall y a Carod Rovira, y que diga amén al diseño territorial que quiere pactar Zapatero con todos los que no quieren saber nada de España". El presidente del PP nacional mantuvo que eso es "lo que quiere Zapatero". Y concluyó que la respuesta necesaria es una Galicia del PP como "pieza básica en la unidad de España".

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"Estamos dispuestos a asumir, desde Galicia, la defensa de España entera", exclamó Manuel Fraga, el octogenario presidente fundador del PP, en su proclamación como candidato a presidir por quinta vez la Xunta, donde gobierna con mayoría absoluta desde 1990. El lema de la campaña será Máis, quizá como respuesta al Nunca máis del Prestige o para avisar de que habrá máis Fraga.

Con corbata naranja, el nuevo color corporativo del PP, y con Mariano Rajoy, el líder de su partido, como telonero, Fraga hizo un repaso de su vida. Recordó a sus abuelos, "albañil y carpintero". Elogió a Isabel la Católica, como "ejemplo de lo que debe ser una gran nación". Detalló su "carrera completa, desde un origen humilde". Rememoró la Galicia más pobre, "cuando se cenaba leche con castañas". Relató que él vivió cómo "llegó el 36". Y proclamó: "Entonces me dije: 'Esto no puede volver a pasar', y dediqué toda mi vida a que eso no pudiera volver a pasar". En 1936, Fraga tenía 13 años. Detalló sus cargos en el franquismo y su papel en la transición: "Creo que contribuí, con mi capacidad de entendimiento con todos, a evitar los dos peligros que teníamos entonces, la subversión y el continuismo".

"El deber por la patria"

Ese repaso vital de Fraga arrancó de la siguiente guisa: "Hoy es la culminación de muchas cosas. Es el adelanto de la despedida de una vida entera dedicada al servicio público y a la política". Asumió que ya tiene muchos años: "Aquí estoy mientras Dios quiera y vosotros queráis". Aunque a él le han parecido pocos: "La vida es breve, pero el deber por la patria es permanente durante todos ellos". Pidió la movilización de su partido sin preocuparse "de las arrugas", porque si le pasa algo "hay nuevas generaciones muy preparadas y capaces de asumir cualquier problema que pueda presentarse en el futuro".

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Los militantes del PP que le escuchaban apretujados dentro y fuera del Auditorio de Santiago parecían totalmente convencidos de antemano. Para animar a los demás, ayer le acompañó Rajoy, el presidente de los populares.

Rajoy habló, sobre todo, de España: "No hablamos sólo de unas elecciones, estamos hablando de la estructura del país". "Mientras España esté gobernada por el PP, Maragall, Zapatero y otros encontrarán un obstáculo para sus objetivos". "Zapatero tiene que pagar las letras que le firmó a sus socios Maragall y Carod Rovira, y ha decidido poner España patas arriba". "España está en un periodo constituyente donde se discute todo, donde todo está en almoneda", en una subasta a la baja.

Su argumento fue que "la España constitucional y el Estado autonómico" necesitan a una Galicia del PP para frenar "el ordeno y mando de Maragall y Carod Rovira". Eso, según Rajoy, no lo puede hacer el PSOE porque su líder, José Luis Rodríguez Zapatero -a quien se refirió sistemáticamente como Zetapé- "ha sustituido la capacidad de dirección por el juego de palabras". Además, sólo se preocupa de "la propaganda". A modo de ejemplo, Rajoy contó que Zapatero le llamó el viernes para contarle su reunión en La Moncloa con Juan José Ibarretxe. "Sólo me llamó para contarle inmediatamente a los medios que me había llamado y presumir de talante, dadas las explicaciones que me dio y la duración de la conversación", que duró menos de dos minutos.

Galicia, según Rajoy, tampoco puede fiarse del candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, porque "no pinta nada". Según él, "está en manos de Pepiño [José Blanco, secretario de Organización] y le han dicho que se calle o se atenga a las consecuencias". Rajoy preguntó: "¿Por qué Touriño no levanta la voz como [Juan Carlos Rodríguez] Ibarra o [José María] Barrera?". Se contestó que ocurre porque Touriño está "para decir amén" a Blanco y a Maragall. Y concluyó: "Galicia no puede permitirse el lujo de estar gobernada por un señor con mando a distancia acompañado por los señores del Bloque".

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