Bush degrada a la general que dirigía la cárcel de Abu Ghraib
Janis Karpinski, la general de la reserva responsable del sistema de prisiones en Irak, se ha convertido en el primer alto mando militar castigado por las torturas en la cárcel de Abu Ghraib. Karpinski ha pasado a ser coronel por decisión presidencial, después de que las investigaciones del Pentágono encontraran "graves carencias" en su labor, aunque también subrayaron que esas carencias no determinaron los abusos de un grupo de soldados sobre una veintena de detenidos. En todo caso, y aunque Karpinski no debe hacer frente a acusaciones penales, la degradación significa el fin de su carrera.
La sancionada, que tuvo malas relaciones con los responsables de inteligencia militar a cargo de los interrogatorios y que fue acusada de mantener la cárcel en una situación caótica, dijo hace meses que era un chivo expiatorio de los errores de otros y que nunca tuvo autoridad completa sobre Abu Ghraib. En la hoja de servicios de Karpinski consta también una falta -el robo de cosméticos por valor de 80 dólares- cometida en un supermercado militar cuando era coronel, falta que ella niega.
Hace dos semanas, el Pentágono exculpó al general Ricardo Sánchez, ex responsable de las fuerzas ocupantes en Irak, y a otros tres altos mandos. En el capítulo de oficiales, se han adoptado varias medidas disciplinarias -desde reprimendas por escrito hasta consejos de guerra en curso y expulsiones del Ejército- contra un coronel, cuatro tenientes coroneles, tres comandantes, diez capitanes y seis tenientes. El Comité de las Fuerzas Armadas del Senado ha anunciado que investigará si ha habido un reparto adecuado de responsabilidades civiles y militares en el Pentágono en los casos de malos tratos.
En cuanto a los soldados, hasta ahora hay siete reservistas condenados por malos tratos o torturas a los detenidos iraquíes. Sólo uno de ellos, Charles Graner, llegó a ser juzgado y cumple ahora una sentencia de 10 años de cárcel. Cinco más admitieron diversos niveles de culpabilidad y cumplen condenas de entre ocho años y medio y seis meses. Está pendiente el juicio de la soldado Lynddie England, que se declaró culpable, pero el juez anuló el pacto al que habían llegado sus abogados y los fiscales. La soldado Sabrina Harman será juzgada la próxima semana, y el fiscal pide para ella entre 6 y 12 años de cárcel por malos tratos y abandono de servicio.
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