Arden 36 coches en 4 meses

De Tres Forques a Poblats Marítims pasando por Rascanya, Zaidía o Jesús abarca el mapa por distritos de Valencia con coches quemados en la vía pública desde el 1 de enero. En cuatro meses, los bomberos municipales han salido 22 noches por alertas de fuego en turismos, ciclomotores, furgonetas o incluso algún camión. Son ya 36 los coches quemados en la ciudad y 46 los contendores. La policía sólo ha practicado una detención, la de tres menores de 15 años a los que pillaron prácticamente in fraganti el pasado 5 de marzo cuando incendiaban un coche ayudados de botes con gasolina. Lejos de ser un fenómeno nuevo, la ciudad de Valencia sigue escribiendo un puesto destacado en esta actividad delictiva sin que la presión policial -disminuida en los últimos meses- haya dado frutos. El delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, afirmó el pasado día 20 que "son situaciones puntuales" y que "se actúa inmediatamente para intensificar la prevención de este tipo de delitos". Los vecinos, tal como le trasladaron desde la federación vecinal Cave-Cova y como han expresado las asociaciones de Marítim y de Malva-rosa, no creen que sean acciones puntuales y piden que se recupere la presión policial que entre mediados de 2003 y el primer trimestre de 2004 patrulló las zonas más sensibles a este tipo de actos delictivos.

Los incendios contabilizados desde que empezara el año no sólo han destruido 36 vehículos sino que han afectado al menos a una decena más y en dos ocasiones a la fachada del edificio ante el que estaban estacionados. La policía sostiene, como lo viene haciendo desde que esta forma de vandalismo urbano se extendiera como práctica en 2000, que la mayoría de los turismos víctimas de las llamas estaban abandonados o habían sido utilizados para cometer delitos. Los vecinos de las zonas en las que se registra la mayoría de estos actos no coinciden con esa visión y bien al contrario sostienen, por ejemplo desde la asociación de Marítim, que son coches que están perfectamente aparcados, que quienes cometen estos actos actúan indiscriminadamente en las zonas más fáciles para ellos y que a ello suman el incendio de contenedores de basura.

La virulencia de la quema de vehículos ha ido descendiendo desde 2002, aunque con picos de concentración de actividad. Desde enero de 2000 y hasta mediados de 2001 la ciudad sufrió el incendio nocturno de más de 400 turismos. La cifra alcanzó los 600 al agregar episodios idénticos hasta el 31 de diciembre de 2003. Casi un centenar quedaron reducidos a chatarra durante el pasado año, una cifra que podría superarse de continuar la tendencia de estos primeros cuatro meses del año.