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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Reinventar a la madre

Se me olvidó que era el día de la madre y me lo recordó mi hijo de tres años recitando una poesía preciosa: "Mamita, mamita, si tú fueras árbol, tus hijos en tus ramas quisieran ser pájaros". Fantástico, pensé. Me alegré de que le enseñaran que lo importante era querer volar. Me alegré también de llevarlo a una escuela pública donde nadie le ha hecho aprenderse un odioso ripio que una a su madre con la Virgen María. Varias horas más tarde pensé cuántas mujeres viven en estructuras familiares que no tienen nada ver con ellas ¿Tiene algo que ver con la mujer de hoy la familia de hoy? Poco. Hemos cambiado nuestro modelo de pareja y tenemos otra forma de entender el amor pero no hemos tocado casi nada nuestro modelo de familia en un sentido ideológico. Es cierto que hay, de hecho y de derecho, muchos modelos de familia distintos a los que vivieron nuestros padres pero no hay un recambio en el plano de lo social. En el sentido común ha calado el divorcio, y la maternidad o paternidad individual pero se admite como un "mal menor" no como algo deseable o aceptable por sus cualidades intrínsecas. Ahí vivimos atrapadas miles de mujeres. Y las madres de hoy no somos ni sombra de lo que éramos. Por eso, el drama de muchas de nosotros -ellos y ellas- no es individual sino colectivo: Hemos de reinventar esta sociedad. No reinventarnos a nosotras. Nosotras ya nos hemos reinventado cien veces. Ni la primera madonna, ni el segundo sexo, ni la tercera mujer. Se trata de otra cosa. Hemos de cambiar lo que nos rodea para poder reconocernos y concluir, al menos, el primer acto de una película en la que la acción transcurre demasiado lenta. Tanto que las protagonistas se aburren y se pasan al otro lado de la cámara cansadas de ser observadas. Algunas no hemos olvidado lo que hicieron las feministas que nos precedieron, es decir, nos sigue importando más el sexo placentero que llevar el último modelo de ropa interior. Entre las que tenemos memoria histórica y capacidad para perseguir el presente, las que peor lo tenemos somos las madres, porque esta sociedad carece de un modelo de familia en el que quepamos nosotras. Tan necesario como reinventarse es reconocerse, quizás por eso Octavio Paz se felicitaba de haber encontrado a otro siempre que anduvo buscándose. Claro que son posibles los senderos personales pero sólo a costa de pagar el caro tributo de pertenecer al grupo de los pioneros, y las mujeres llevamos ya más de dos siglos formando parte de la minoría que abre puertas y ya está bien.

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