El mejor recurso del líder

En el Barcelona, que juegue Andrés Iniesta ha dejado de ser noticia. Esta tarde, en ausencia de Xavi, sancionado, volverá a ser titular ante el Albacete. Será el decimo partido que empiece desde el principio, pero también ha participado en los 24 restantes. Puede parercer casual, pero no lo es a ojos de su entrenador, Frank Rijkaard, y tampoco si se atiende al juicio de sus compañeros.

"Iniesta siempre juega bien. Para nosotros ha sido un jugador importante por determinante. Ha desequilibrado muchos partidos", subrayó ayer Rijkaard, que no disimula su admiración por el chaval. "Parece que juega regalando caramelos: Controla, pasa, se ofrece, aparece siempre donde se le necesita...". Tímido como pocos, Iniesta se encoge de hombros cuando se le insta a desvelar qué le da al entrendor: "No sé, juego como me sale", asegura. "Con eso me basta, que salga al campo y sea Iniesta es suficiente. No necesita nada más que ser él,", insiste Rijkaard.

"Parece que juega regalando caramelos", dice de él Rijkaard con admiración

Desde que llegó a La Masía con 12 años procedente de las divisiones inferiores del Albacete, de Iniesta siempre se esperó lo mejor. En eso anda, camino de convertirse, según razona Deco, "en un jugador que marcará una época. Sólo le falta una cosa: más minutos de competición". Suma 1.560, que no parecen demasiados habiendo participado en 33 partidos. Lo asume con resignación: "A todos nos gustaría jugar más, claro, pero tengo 21 años y juego en el Barça. Con gente como Xavi, Deco, Ronaldinho o Márquez peleando por un sitio en el centro del campo. Me siento importante".

Consciente de ser un jugador de complemento antes que un líder, asume que le basta para ser feliz cumplir tres objetivos que considera básicos: "Jugar, disfrutar y ganar". Justo lo que ha hecho este año. Y algo más: "También he aprendido mucho, una barbaridad". No da respuesta al instarle a que lo justifique: "Cosas del fútbol, detalles que no sé explicarle. Soy joven, así que me fijo para mejorar", asegura.

Dispuesto a ser un futbolista completo, el año pasado se sometió a un programa específico de trabajo en los gimnasios. Aumentó en dos kilos su masa muscular sin perder velocidad. "Es más fuerte de lo que parece. Y como es listo y rápido, no es fácil que le cacen", señala Paco Seirul.lo, el preparador físico del Barça.

Pero si alguien venera en el vestuario al chico de los caramelos, ese es Ronaldinho: "Andrés es mi hermano pequeño", dice el gaucho, rendido al talento del manchego. "En el manejo de la pelota, por su facilidad al encontrar el pase, correcto, la velocidad a la que juega. Es una maravilla. No tardará en ser el mejor jugador español, ya lo verás". Por lo pronto, nadie juega más partidos que él en el Barça.