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Reportaje:VW Passat | PRUEBA

Un clásico con más imagen y tecnología

Cambiar lo justo para que todo siga igual. Tras el éxito logrado con el anterior Passat, VW ha evitado correr riesgos en el nuevo, que mantiene una línea similar, un generoso espacio interior y un maletero aún más grande. Pero su discreción estética oculta unos contenidos tecnológicos y una calidad superiores que le convierten en uno de los coches más completos de su tamaño. Tiene precios altos (desde 22.540 euros), aunque no llegan a ser excluyentes.

Un superventas con más empaque

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Sólido y equilibrado

El Passat se empezó a fabricar en 1973 y lleva vendidas 13 millones de unidades, un millón en Estados Unidos. El modelo que llega ahora es la sexta generación, pero mantiene el ADN del original, con la línea clásica de las berlinas de cuatro puertas con maletero separado. Además, dentro de su arquitectura convencional, en declive en Europa, conserva el toque de clase que le distingue de sus rivales de las marcas populares y le acerca a los modelos de prestigio.

Las mejoras estéticas se han centrado en modernizar la imagen y potenciar su presencia. Así, el frontal incorpora el nuevo rostro de VW, con una parrilla grande en forma de V que se prolonga bajo el parachoques y realza su personalidad. Tanto los faros redondos, envueltos en una carcasa común, como la moldura metálica que bordea la parrilla refuerzan su elegancia. En el lateral destacan

el techo en forma de arco y las grandes ruedas, que aportan una imagen más deportiva y musculosa. Y por detrás se inspira en el VW Phaeton y estrena unos pilotos redondos con diodos que replican el diseño de los faros y son otra seña de identidad.

Esta estética aporta un mayor empaque y sofisticación, y se completa con mejoras técnicas, como una carrocería un 57% más rígida y una buena aerodinámica (CX: 0,28) que reflejan su calidad de fabricación. Además, ahora mide 4,76 metros de largo, seis centímetros más, y es otros seis más ancho, aunque gracias a los aceros especiales pesa lo mismo. Pero sus medidas le sitúan entre las berlinas de 4,5 metros (Audi A4, BMW Serie 3...) y las de 4,8 metros (A6, Serie 5...), y también entre los dos Audi, en el grupo VW.

Espacio para todo

El aumento de medidas no supone una ganancia apreciable por dentro, aunque sigue siendo un coche muy amplio, con dos buenas butacas delante y mucho espacio para las piernas atrás. En cambio, el maletero (565 litros) es uno de los más grandes del mercado.

Dentro de su clasicismo, el diseño interior es moderno, con un salpicadero atractivo y una consola ordenada. Los acabados, sobre todo en las versiones altas, están cuidados, con materiales elegantes y vistosos. Además es práctico e incluye muchos huecos: repisas y posavasos junto al cambio, apoyabrazos delantero con un cofre enorme y otro atrás con guantera y dos posavasos más... El resultado es un ambiente acogedor y bien rematado que destaca por su confort, y cuenta también con unas suspensiones cómodas para viajar y una buena insonorización mecánica, aunque no tan eficaz con los ruidos de rodadura.

Cuatro motores

El Passat se vende con dos motores de gasolina (1.6 y 2.0 FSI), dos turbodiésel (1.9 y 2.0 TDi) y cuatro acabados: Trendline, Advance, Sportline y Highline. Todos incluyen de serie al menos seis airbags, ABS, ESP, climatizador y todo lo habitual. Los precios son correctos: más altos que los de las berlinas populares y más baratos que las de prestigio. A lo largo del año llegarán versiones 4×4, la carrocería Variant y los motores 2.0 FSi turbo y 3.2 V6 de 200 y 250 CV, y el nuevo 2.0 TDi de 170 CV.

Conclusión

El Passat es un familiar muy completo que combina una imagen elegante y un interior muy amplio y cómodo. Ofrece una mecánica refinada, un comportamiento equilibrado y un buen equipo de serie, sobre todo en seguridad. Tiene unos precios altos, pero asumibles y justificados.

La nueva parrilla frontal metalizada, los faros redondos y la cintura lateral ascendente son las señas de identidad del nuevo Passat, que presenta una imagen más poderosa y elegante.
La nueva parrilla frontal metalizada, los faros redondos y la cintura lateral ascendente son las señas de identidad del nuevo Passat, que presenta una imagen más poderosa y elegante.CÉSAR LUCAS ABREU.

INTERIOR AMPLIO Y VISTOSO

El interior del Passat tiene poco que envidiar al de otras berlinas similares de las marcas más exclusivas, sobre todo en las versiones superiores, como el acabado Highline de la prueba. Las combinaciones de plásticos en dos tonos, las tapicerías y los detalles en madera de esta versión crean un ambiente vistoso y acogedor que transmite sensación de calidad y confort. Los contenidos tecnológicos, unos de serie, como la llave o el freno de mano electrónico (se activa con un pulsador situado a la izquierda del mando de luces), y otros opcionales, como el control de presión de ruedas (104 euros) o el sistema manos libres con tecnología bluetooth y órdenes orales para el teléfono móvil (463 euros), completan un conjunto muy completo y atractivo. Otro de los puntos fuertes del Passat es la amplitud interior, sobre todo en las plazas traseras, que ofrecen un espacio muy generoso para las piernas. Pero destaca el maletero, que ahora tiene 90 litros más (565) y se puede ampliar abatiendo por partes los respaldos posteriores para cargar bultos largos y voluminosos.En la zaga, lo más llamativo son los pilotos redondos con tecnología Led, que reaccionan más rápido que las bombillas, y también la posición de la matrícula, que va integrada en el parachoques.

MÁS CARO Y EXCLUSIVO

La versión 2.0 FSi del Passat con el acabado superior Highline tiene unos precios más altos que las versiones equivalentes de las berlinas de las marcas populares y no aporta un equipo de serie mucho más completo que justifique la diferencia. El nuevo VW tiene el atractivo que aporta siempre una mejor imagen de marca, y, sobre todo, unas plazas traseras y un maletero más grande que casi todos sus rivales, pero cuesta casi 2.000 euros más que un Peugeot 407 similar. La diferencia sube a unos 5.000 euros si se compara con el Mondeo y el Accord, y asciende hasta 5.300 en el caso del Vectra. Los dos primeros no incluyen de serie el control de estabilidad ESP, que se ofrece como opción en el Ford por 650 euros y no está disponible en el Honda. En cambio, el Opel viene con un equipo similar y añade el teléfono manos libres y otros detalles.

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