Morata de Tajuña pretende multiplicar por seis su población en los próximos 15 años
El Ayuntamiento diseña un plan general que incluye universidad, campo de golf y oficinas
Dentro de 15 años, Morata de Tajuña, localidad que hoy tiene 6.000 habitantes, será un municipio con más de 36.000 vecinos, campo de golf, oficinas, palacio de congresos y exposiciones y centros comerciales. O por lo menos éstas son las pretensiones del avance del nuevo Plan General de Urbanismo que ha elaborado el gobierno municipal (PSOE). El plan incluye la construcción de 12.000 viviendas y multiplicar por seis el terreno actualmente urbanizable. La propuesta tiene en contra a la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (Fravm), que la considera "un despropósito".
El nuevo plan general de Morata de Tajuña está todavía en sus pasos iniciales. El gobierno municipal de esta localidad, situada a 38 kilómetros de Madrid por la carretera de Valencia, ha aprobado recientemente el avance del nuevo proyecto urbanístico. Los planos provisionales presentan este pequeño municipio, a 15 años vista, con 12.000 viviendas más; lo que multiplicaría la población actual (6.000 habitantes) por seis.
Todo el término municipal mide 4.500 hectáreas, y la zona urbanizada 173. El plan quiere urbanizar 937 hectáreas más (entre suelo industrial, residencial y terciario), según fuentes municipales. El pequeño Morata pasaría así a tener 36.000 vecinos, más o menos los que tiene ahora Soria.
Pero esos nuevos residentes no vendrán solos. El avance del nuevo urbanismo incluye propuestas tan ambiciosas para esta localidad famosa por su vega como un campus universitario de Ciencias Ambientales, centros de ocio, hoteles, recintos feriales, campo de golf... "Todo esto lo vamos a hacer, no es humo", asegura la alcaldesa de la localidad, Concepción Loriente (PSOE). "Si yo digo que va a haber una universidad es porque la va a haber; porque vamos a tener un convenio", agrega.
Críticas vecinales
Pero este gran cambio que desea el Ayuntamiento para la localidad ha sido muy criticado por la Asociación de Vecinos de Morata de Tajuña y por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (Fravm).
Los vecinos denuncian que toda la revisión del plan se debe a una "operación especulativa" que, según ellos, ha comenzado en el Balcón de Tajuña. Esta zona es un terreno de casi 500 hectáreas, a dos kilómetros del casco urbano. El avance del nuevo plan lo convierte en urbanizable.
"Los propietarios de esos terrenos ya firmaron un convenio el verano pasado con el Ayuntamiento para que les cambiaran la calificación del suelo de rústico a urbanizable. Ahora el plan convierte en legal ese convenio", denuncia María Roces, de la comisión de Urbanismo de la Fravm. Los propietarios están ampliando sus terrenos en el Balcón de Tajuña adquiriendo su parte a los agricultores. "Están comprando a los agricultores el metro cuadrado a unos 15 euros; luego, si ese terreno pasa a ser residencial, podrán venderlo por mucho más", denuncia Roces.
Según Lorenzo Mora, presidente de la Asociación de Vecinos de Morata, el municipio necesitaba un nuevo plan para crecer, "pero no de estas dimensiones". La zona norte del término municipal está muy deteriorada por culpa de las explotaciones mineras de la localidad, como la cementera de Portland Valderribas.
"La zona para recalificar estaba prácticamente agotada, pero el nuevo plan es demasiado para el municipio; no hay tanta gente para habitar todas las viviendas que se quieren construir", critica Mora.
La alcaldesa del municipio replica que el convenio firmado con los propietarios del Balcón del Tajuña "es el mismo que se ha firmado con el resto de propietarios de terreno". "El avance del plan es abierto, dialogante y transparente. Sí que va a haber gente para vivir en las viviendas que hay previstas. Además, de ellas el 50% serán de protección oficial; y en el Balcón del Tajuña la vivienda pública llegará hasta el 70%", asegura la regidora. Sobre las protestas vecinales, Lorente asegura que la mayoría de están contentos con el nuevo desarrollo propuesto.
En su publicidad, el Ayuntamiento de Morata liga el nuevo plan de urbanismo a proyectos como "el Gran Casino de Aranjuez, el circuito de Alta Velocidad de Pinto y el desdoblamiento de la N-III". "Nuestro objetivo es que Morata de Tajuña se convierta en la capital del sureste madrileño", reza el folleto entregado a los vecinos.
Además de la zona del Balcón del Tajuña, donde hay previstas unas 5.000 viviendas, en el llamado Área de Ensanche residencial y de servicios del casco urbano hay sitio, según el avance del plan, para construir otras 6.000 viviendas más, "de las cuales 3.000 serán de protección pública".
En el norte del municipio se recalificarán terrenos para zona industrial, en unos solares cercanos a la posible ubicación de la central térmica de ciclo combinado que albergará el edificio. Allí también habrá hueco para "un área de actividad empresarial" con oficinas, centros de empresa y actividad logística.
Desde el gobierno municipal defienden que hay una demanda suficiente para tanta oferta. El proyecto, después de que pase por las distintas aprobaciones municipales, necesitará el último visto bueno del Gobierno regional para salir, o no, adelante.
Crecimiento con central térmica
El gran Morata de Tajuña que quiere levantar el actual Ayuntamiento tendrá que vérselas con un incómodo vecino: la central térmica de ciclo combinado que está prevista en el norte del municipio.
El Ministerio de Medio Ambiente ya ha firmado la declaración de impacto medioambiental positiva para esta central térmica de gas, que viene tramitándose desde el año 2000. Han protestado contra ella los vecinos de Morata, los sindicatos y asociaciones de ecologistas como Greenpeace y Adena.
Comisiones Obreras denuncia que la ubicación propuesta para la central "dista menos de 1.500 metros del núcleo urbano de la localidad". Pero el ministerio considera que el proyecto cumple con la normativa actual. El organismo estatal evaluó la calidad del aire y consideró que será "buena".
La planta generará 1.200 megavatios a la hora, un 20% de los 6.000 megavatios que toda la ciudad de Madrid tiene contratados como consumo máximo.
La Asamblea de Madrid aprobó el pasado mes, a propuesta de Izquierda Unida, una proposición no de ley que insta al Gobierno regional a rechazar la central.
Morata no es la única localidad del sureste con proyecto de térmica. En otro municipio cercano, Colmenar de Oreja (que tiene menos de 7.000 habitantes), está prevista una central térmica promovida por la compañía eléctrica Endesa. El Ayuntamiento, gobernado por un partido independiente, apoya el proyecto.
Endesa, incluso, ha pagado un millón de euros a la localidad, a pesar de que el ministerio aún no ha aprobado la central. A una marcha organizada recientemente en contra de esta nueva central acudieron vecinos de distintas localidades del sureste.
En esta zona de la región está prevista la construcción de cinco centrales térmicas en los próximos años. Valdemingómez, Fuentidueña, Estremera, Villamanrique del Tajo y Morata de Tajuña son los lugares elegidos.
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos denuncia que el sureste se está convirtiendo en "el vertedero" de la Comunidad de Madrid.
En la región, el 2,1% de la energía que se consume es renovable, frente al 6,8% del consumo nacional. Además, Madrid produce sólo el 3% de la energía que necesita.
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