Absuelto de prevaricación el alcalde de Ormaiztegi

El Juzgado de lo Penal número 3 de San Sebastián ha absuelto al alcalde de Ormaiztegi, el independiente Iñaki Maiora, del delito de prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas) que le imputaron la Fiscalía y la acusación particular, que pedían para él diez años de inhabilitación. Ambas partes sostuvieron durante el juicio, celebrado el pasado marzo, que a mediados de 2002 el primer edil obstaculizó la toma de posesión de la sustituta de una concejal de su grupo (entonces PNV-EA) para tener mayoría.

La corporación estaba formada en esa fecha por tres ediles de EH y seis de la coalición nacionalista, pero los integrantes de ésta se hallaban divididos. De hecho, la Junta Municipal del PNV había retirado su confianza a Maiora en febrero de 2002. Al no haber sido sustituida una edil de PNV-EA, las votaciones solían registrar empates a cuatro votos, ya que el concejal Juan Carlos Leturia, crítico con Maiora, se sumaba a la postura de EH.

En esos casos, el alcalde ejercía su voto de calidad, según apuntó Leturia en el juicio. Martín Alberdi, quien finalmente ocupó la vacante, añadió que Maiora sabía que si él entraba no le iba a apoyar.

El 21 de junio de 2002, la edil del PNV Lierni Oyarzabal renunció a su cargo y el consistorio inició el trámite para sustituirla. Según las acusaciones, el proceso se retrasó porque el alcalde no firmó la acreditación de quien iba a ser nueva concejal: Ane Lasa. Fue el secretario municipal quien rubricó la acreditación y la remitió a Lasa a primeros de noviembre. Lasa renunció a tomar posesión de su cargo el 20 de ese mes, por lo que de nuevo comenzó el trámite para ocupar la vacante. Alberdi tomó finalmente posesión en un pleno celebrado el 9 de diciembre por imperativo legal, pues el alcalde no lo convocó.

La juez indica en su sentencia que "la inactividad" que se imputaba a Maiora es "igualmente achacable" al secretario municipal (ambos admiten mantener malas relaciones), ya que "con su mero impulso y sin la intervención del alcalde", Alberdi tomó posesión en 19 días. Añade que el retraso registrado con Lasa se debió a "su propia falta de interés", como demuestra que no había presentado la preceptiva declaración de bienes para acceder al cargo y que renunció a éste. Agrega que era "habitual" en el consistorio no enviar las credenciales a los ediles elegidos, lo que no impedía que tomaran posesión. Por todo ello, absuelve a Maiora.