Trinidad Jiménez pide que las bodas en el Ayuntamiento se celebren también viernes y sábados
"En Madrid, los matrimonios civiles oficiados por concejales no se celebran con las debidas condiciones de dignidad y solemnidad". Es la conclusión de los ediles socialistas Trinidad Jiménez y Pedro Zerolo, que ayer dieron una rueda de prensa para denunciar que las parejas madrileñas sólo pueden casarse en el Ayuntamiento "un jueves de cada mes" y, en algunos casos, "en los vestíbulos de las juntas de distrito, sin música y sin nada, porque no hay salas habilitadas".
El PSOE presentará mañana, en el pleno municipal, una propuesta para que se amplíe a "todos los viernes y sábados del año" los días hábiles para celebrar bodas en el Consistorio, y reclamará que los técnicos del Ayuntamiento "revisen los lugares en los que se ofician matrimonios, dotándolos de los medios adecuados".
El concejal de Coordinación Territorial, José Manuel Berzal, del PP, respondió que los concejales "no pueden estar casando todos los días porque tienen otras muchas cosas que hacer", y dijo que el calendario fijado por el Ayuntamiento, habilitando sólo un jueves al mes para la celebración de bodas, "ha funcionado muy bien hasta la fecha". "No hemos recibido quejas en las juntas de distrito", aseguró.
La competencia para celebrar bodas civiles la tienen, según el artículo 51 del Código Civil, el juez responsable del Registro Civil y el alcalde del municipio; pero éste puede delegar, y así lo ha hecho, en los concejales, de gobierno o de oposición. El año pasado, 1.474 parejas se casaron en el Ayuntamiento, según los datos oficiales del Consistorio.Los ediles socialistas Trinidad Jiménez y Pedro Zerolo relataron ayer las condiciones en las que han tenido que oficiar algunas bodas en el Ayuntamiento: "Para empezar está el problema de las fechas: en 19 de los 21 distritos, los concejales sólo pueden casar un jueves de cada mes [en Puente de Vallecas y Vicálvaro es en viernes]; eso es un problema para mucha gente que trabaja o cuyos familiares y amigos viven fuera de Madrid y un jueves les viene fatal venir", explicó Jiménez. "Después", continuó, "está el problema de las salas en las que se celebra el matrimonio: en la mayoría de los casos no reúnen las condiciones mínimas de dignidad y solemnidad que requiere un momento tan especial en la vida de alguien".
"Nosotros hemos tenido que celebrar bodas, por ejemplo, en un rellano de la Junta municipal de Centro, con la gente allí apretada. Los funcionarios son muy amables: paralizan las colas de la gente que ha ido a hacer gestiones, les piden silencio... Pero ésa no es forma de casar a nadie. A veces hemos tenido que traer nosotros hasta el equipo de música y poesías para leer a los novios... Y como sólo hay un día hábil al mes, mientras estás casando a una pareja puede haber otras dos esperando, en la puerta de la junta, con toda su comitiva. En fin, se trata de hacer de ese momento algo especial, pero en esas condiciones resulta casi imposible", protestó Zerolo.
El concejal opina que las administraciones tienen en este tema una asignatura pendiente: "Hay que revestir de dignidad un acto tan importante como es el del matrimonio civil. Si casarse en el Ayuntamiento fuese algo bonito, digno y solemne, estoy seguro de que muchas parejas optarían por esa fórmula y se reduciría el número de bodas por la Iglesia", dijo.
Según los datos del PSOE, 15.700 parejas se casaron en Madrid el año pasado, por lo civil o por la Iglesia. "Extrapolando los datos de Bélgica y Holanda, los dos países que hasta ahora permiten la boda entre homosexuales, calculamos que, cuando entre en vigor la nueva norma en España, habrá un 10% de bodas entre personas del mismo sexo: es decir, 1.570 al año o 130 al mes, en el juzgado o en el Ayuntamiento", concluyó Zerolo.
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