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Sindicatos y PSOE se oponen al examen 'sorpresa' que afecta a 60.000 alumnos

Educación realizará el 10 de mayo una prueba anónima a los estudiantes de sexto de primaria

El próximo 10 de mayo, 56.612 alumnos de sexto de primaria de todos los colegios públicos, concertados y privados de la región tendrán que hacer un examen que le servirá a la Consejería de Educación para "conocer el nivel de los escolares madrileños antes de empezar la secundaria", según palabras de la presidenta regional, Esperanza Aguirre. La prueba va a ser de tal magnitud que se realizará a la vez en los 1.153 centros educativos de la región que imparten esta etapa educativa.

Pero a este examen sorpresa -fue anunciado hace menos de un mes- le han salido muchas voces en contra. El PSOE, los sindicatos y la Federación de Padres Giner de los Ríos no están de acuerdo con esta prueba. Tampoco los inspectores de Educación ven el examen con buenos ojos.

Las cinco asociaciones que representan a este colectivo (165 trabajadores) han enviado una carta al consejero de Educación, Luis Peral, en la que se quejan de falta de información. En la misiva, los inspectores se preguntan qué sentido tiene este examen cuando ya existe una evaluación de los alumnos que realizan los inspectores.

Según el diputado socialista Adolfo Navarro, el examen "no se ha hecho ni con reflexión ni con tiempo". "Para saber el nivel de la enseñanza ya existen otros métodos", denuncia.Todos los alumnos de sexto de primaria, sin excepción, tendrán que ponerse el próximo 10 de mayo frente al examen sorpresa. El consejero de Educación, Luis Peral, promete que la prueba será anónima (la consejería no sabrá el nombre de los críos examinados). Pero los padres, si éstos quieren, sí que podrán conocer las notas de sus hijos.

"Vamos a sacar conclusiones generales de los exámenes. No va a haber listas de notas por centros, ni diferenciación entre colegios públicos y privados", explicó ayer Peral. Por ejemplo, la comunidad educativa podrá saber qué tanto por ciento de niños no sabe hacer determinada operación matemática o desconoce un aspecto de cultura general.

Los críos, de 12 años, tendrán que aplicarse a fondo el próximo 10 de mayo con un dictado, un texto "para su lectura y comprensión" y preguntas sobre cultura general y matemáticas. El examen, elaborado por la Dirección General de Ordenación Académica, durará 90 minutos, divididos en dos partes, con un descanso de media hora.

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Los pequeños tendrán que estar a las 10.00 en clase y "colocarse por filas". Los maestros anotarán las ausencias y un grupo de "aplicadores" (orientadores, psicólogos...) serán los responsables de la prueba en cada colegio.

"Oscurantismo letal"

La consejería pretende con el examen conocer cuáles son las carencias educativas de los alumnos que están a punto de ir al instituto. "El oscurantismo es letal para la calidad de la enseñanza. No hay que cerrar los ojos a la realidad", argumenta Peral. El examen forma parte del plan que la Consejería de Educación está elaborando para prevenir el fracaso escolar. "El anteproyecto de la nueva Ley de Educación del Gobierno central permite a las comunidades autónomas hacer este tipo de exámenes", aseguró el consejero.

Pero el PSOE denuncia que ya hay otras pruebas para conocer el nivel de los niños de primaria. "Ya existen las notas que les ponen los profesores y unos exámenes que hacen los inspectores a través de un muestreo", critica el diputado socialista Adolfo Navarro. Los inspectores realizan exámenes a alumnos de unos 150 centros para ver cuál es el nivel. Hace dos años hicieron una evaluación de matemáticas a los de sexto de primaria y este año toca una prueba de lengua para los de cuarto de primaria.

El consejero replica que la evaluación que hacen los inspectores no afecta a todos los niños y el examen del día 10 "sí que va a implicar a todos los alumnos de sexto de primaria, no es ninguna muestra". Precisamente las cinco asociaciones de inspectores de la región (Anie, Adide, CC OO, Fete-UGT y Usite) han remitido a la Consejería de Educación una carta donde muestran su "preocupación" por el examen sorpresa del 10 de mayo.

Los inspectores no entienden que, si ya existen otras formas de conocer qué saben y qué no saben los niños de 12 años, por qué ahora tiene que haber un examen nuevo. "Resulta difícil de entender la coexistencia de dos planes de evaluación en la Comunidad de Madrid simultáneos y aparentemente descoordinados. Como consecuencia de dichos planes, algunos centros serán objeto de más de una evaluación en el mes de mayo", advierten los inspectores en su escrito.

Los inspectores también protestan porque, a su juicio, no han recibido la información suficiente. "A fecha de hoy no existe información clara y fehaciente del propósito de la prueba ni si ésta forma parte de un plan de evaluación", denuncia la carta. "Lo poco que sabemos es lo que hemos visto en los medios de comunicación", explicaron fuentes de las asociaciones que representan a los inspectores.

El papel de estos funcionarios en el examen es muy importante. Serán los encargados de corregir los 56.612 exámenes que harán los alumnos de sexto de primaria, según confirmó ayer el consejero de Educación. Además, los inspectores, según las instrucciones que ha remitido la consejería a los colegios, son los que tienen que asesorar a los orientadores que van a examinar a los niños. "Pero si nosotros no tenemos información sobre este examen, ¿cómo vamos a asesorar a otras personas?", denunciaron.

A estas protestas se unen también las de los sindicatos CC OO y UGT y la Federación de Padres Francisco Giner de los Ríos. Estas instituciones han convocado hoy una rueda de prensa en la que exigirán la paralización de la prueba.

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