Especialistas de un congreso en Elche prevén un incremento en el número de incendios

Expertos en distintos aspectos relacionados con los incendios forestales se reunieron el pasado viernes en la Universidad Miguel Hernández para analizar las causas y las consecuencias de estos siniestros. En la actualidad, los incendios se han convertido en uno de los grandes problemas medioambientales de los países de clima mediterráneo. Las características especiales de esta zona producen más incendios y éstos son más agresivos.

En la Comunidad Valenciana, según los datos recabados entre 1976 y 1996, el 50% de los incendios tuvieron como causa el hombre, bien por negligencia (tareas agrícolas como la quema de rastrojos o fogatas de excursionistas mal apagadas), bien incendios intencionados (especulación urbanística). La tendencia en estos últimos años ha sido la misma.

El investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación Vicente Andreu explicó en el marco de estas jornadas que "el peor año de incendios, en general en la cuenca mediterránea y en particular en la Comunidad Valenciana fue 1994, cuando se quemaron 138.404 hectáreas, el 16% de la superficie forestal del territorio".

En el caso de esta zona, los incendios son especialmente frecuentes en julio, aunque sus efectos sobre el ecosistema son más devastadores en agosto. Se quema más superficie y a temperaturas más altas durante este mes. Ello se debe, según explicó Andreu, a las características especiales de este clima, donde tras los meses de más calor siguen lluvias agresivas como las gotas frías, que tras un incendio se encuentran sin barrera vegetal y arrasan con el suelo, pero también es debido a la "topografía particular de la Comunidad Valenciana, así como a que esta zona es propensa a fenómenos metereológicos como los rayos, que son, tras la mano del hombre la segunda causa más frecuente de incendio".

Dentro de las provincias de la Comunidad Valenciana, la de Alicante es la que más incendios registra y es en la que más superficie se quema.

Vicente Andreu considera que se pueden mejorar estas cifras con la implicación de las administraciones en la lucha contra el fuego, pero "sobre todo con una buena concienciación se podría reducir en mucho el número de incendios".

En las jornadas sobre incendios celebradas en la Universidad Miguel Hernández se puso de manifiesto que la tendencia que marcan las cifras es de una ligera disminución del área quemada en los próximos años, pero un incremento en el número de incendios, "lo que significa que se van a quemar zonas que ya se han quemado antes y que están en plena fase de recuperación, con lo que van a quedar todavía más degradadas".