Paseos por la Barcelona de los libros

El Ayuntamiento de Barcelona organizó ayer por la mañana paseos literarios por los 10 distritos de la ciudad. En cada itinerario, los lectores que se apuntaron a esta iniciativa pudieron recorrer los rincones literarios más representativos de cada barrio, guiados por un autor.

El escritor Pau Vidal fue el encargado de guiar a la veintena de lectores que recorrieron las calles de Ciutat Vella. Vidal es el autor de Homeless (Empúries), una colección de relatos que narran la transformación urbanística del barrio del Raval, la Ribera, el Gòtic y la Barceloneta en los últimos años. Los protagonistas de los relatos son los damnificados de un urbanismo que planifica la ciudad sin tener en cuenta a las personas que viven en ella. Camareros, prostitutas, huérfanos de hospicio, policías, tenderos o ladrones que se han quedado sin techo (homeless). Estos personajes también fueron los protagonistas de las narraciones de Vidal a lo largo del recorrido.

El itinerario de Ciutat Vella comenzó a las once de la mañana en la plaza de Bonsuccés, cerca de La Rambla, y continuó hacia la calle del Carme. En esta primera parte del paseo, Vidal explicó la leyenda de un joven huérfano que vivió a finales del siglo XVII, y los lectores pudieron ver algunos de los lugares que marcaron su vida. El itinerario también contaba entre sus paradas con la casa donde vivió su infancia el escritor Manuel Vázquez Montalbán. Después, Vidal condujo a los lectores hasta el pasaje de la Pau, en el que estaba situado el prostíbulo conocido como El Xalet del Moro. El escritor explicó que el poema La vaca cega, de Joan Maragall, estaba inspirado en una de las prostitutas que trabajaba en la casa de citas. Algunos lectores que participaron en el itinerario se atrevieron, incluso, a recomponer de memoria algunos versos del poema.

El itinerario acabó frente al Liceo evocando la historia del fantasma de la ópera. Pau Vidal ha imaginado que el fantasma del Liceo es un vecino que perdió su casa en las expropiaciones que se llevaron a cabo para ampliar las instalaciones del teatro, y así se lo explicó a los lectores.

Vidal dijo que el vecino no quedó conforme con la indemnización que le concedió la Administración y decidió vengarse. Su idea era lanzar una bomba el día de la inauguración del nuevo teatro, pero murió antes y no llegó a cometer el atentado.

Con la ayuda de los lectores, Vidal repasó la historia de Ciutat Vella y explicó con nostalgia varias anécdotas sobre edificios representativos del barrio que actualmente han sido reemplazados por nuevas construcciones.