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Reportaje:

Los embalses de la discordia

El desagüe de los pantanos del Zadorra enfrenta a Vitoria, a la CHE y al Consorcio de Aguas de Bilbao

Como ocurre en las mejores familias, que siempre hay bronca entre los herederos en el momento del reparto, en los pantanos del Zadorra nadie se pone de acuerdo cuando toca desembalsar. En este invierno tan largo ha habido buenas pruebas de estas discrepancias que en más de una ocasión (la última en el invierno de 2003) han llegado a provocar inundaciones en Vitoria. El asunto, lejos de resolverse, se encona año tras año y se convierte en uno de los argumentos recurrentes en el secular enfrentamiento entre alaveses y vizcaínos.

Los embalses de Ullibarri y Santa Engracia (en la localidad de Urrunaga) están en territorio alavés, en el filo de las cuencas del Norte y del Ebro, pero son propiedad del Consorcio de Aguas de Bilbao (entidad que los construyó) y de Iberdrola. La empresa eléctrica se encarga de su explotación en la central de Barazar, situada sobre el río Arratia, en la cuenca del Norte. Con las aguas derivadas en este río, una vez turbinadas por Iberdrola, se abastece la comarca del Gran Bilbao. Y directamente de los pantanos, sale el agua que consume Vitoria. Además, se emplean para evitar posibles inundaciones en la cuenca del Zadorra. La Confederación Hidrográfica del Ebro, del que es afluente el Zadorra, se encarga de su regulación.

Estos lagos artificiales alcanzan el llenado con facilidad en los meses de invierno

Muchos intereses alrededor de estos lagos artificiales que, para envidia de buena parte de la península, alcanzan el llenado con facilidad en los meses de invierno. Y entonces llega la polémica. El Ayuntamiento de Vitoria, después de consultar a sus técnicos, pide que se vaya desembalsando progresivamente, para evitar la inundación que provocaría un desembalse total. La CHE da largas. Y el Consorcio de Aguas de Bilbao presiona en contra, porque no está de acuerdo con las curvas de explotación que tratan de regular abastecimiento, explotación eléctrica y seguridad.

El último de estos conflictos se vivió la semana pasada. El Ayuntamiento de Vitoria solicitó el desembalse el lunes (el pantano estaba al 93% y seguía lloviendo), y la CHE no lo llevó a cabo hasta el jueves, apurando al máximo, como demuestra que un día después, el viernes, se seguían desaguando 25 metros cúbicos por segundo y la capacidad estaba en el 92,4%.

El Consistorio vitoriano considera que se arriesga demasiado. "En 2003 se empezó a desembalsar tarde, y con mucho volumen (120 metros cúbicos por segundo), lo que provocó aquellas inundaciones. Afortunadamente, dejó de llover, porque si no habría que haber vaciado a tope y no quiero imaginar las consecuencias", comenta un técnico municipal. Desde la CHE, se reconoce que aquella avenida obligó a cambiar las curvas, que el Consorcio de Aguas ha recurrido en los tribunales, sin éxito. El técnico del Ayuntamiento de Vitoria añade: "Siempre que hemos solicitado el desembalse, al final se ha llevado a cabo, por algo será".

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No parece que el problema de los pantanos del Zadorra tenga una solución cercana. Hay muchos intereses contrapuestos y poca voluntad de negociación, como muestra que la comisión de desembalse, en la que están todas las partes, apenas se reúna un par de veces al año.

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