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EL NUEVO PAPA | Los medios de comunicación

Benedicto XVI omite expresarse en español en su primer encuentro con la prensa

El Papa pidió colaboración a los medios de comunicación en alemán, inglés, italiano y francés

Enric González

El papa Benedicto XVI anunció ayer que intentaría utilizar tan a fondo como su antecesor los medios de comunicación para difundir su mensaje pastoral. Lo hizo en una audiencia dedicada a la prensa, y el primer intento de "relación fecunda" le salió algo torcido, porque pronunció su discurso en inglés, francés, alemán e italiano, y dejó de lado el español, hablado por más de la mitad de los católicos del planeta. Joseph Ratzinger nunca será tan telegénico y expresivo como Karol Wojtyla, pero no quiere desaprovechar las inmensas posibilidades de los medios de comunicación, especialmente la televisión, para seguir cultivando la liturgia de masas que con tanto éxito explotó Juan Pablo II.

"Gracias a vuestro trabajo, la atención del mundo ha permanecido fija sobre la basílica"
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Dio doble prueba de ello con su audiencia a los "medios de comunicación". Primero, convocando a los periodistas justo al inicio de su pontificado, al día siguiente de reunirse con los cardenales y antes incluso de la misa de coronación. Segundo, invitando junto a los periodistas y a sus familias a los alumnos de varios colegios, lo que confirió al acto un ambiente de grada futbolística que últimamente parece consustancial a la liturgia de masas.

El olvido del idioma español, que el papa Ratzinger es capaz de hablar, demostró que no está aún curtido en el manejo de los medios de comunicación. El corte de voz en lengua propia constituye casi una necesidad para la televisión y la radio, que de lo contrario han de traducir con una locución adicional las palabras papales. Muchos periodistas latinoamericanos y españoles salieron quejosos de la audiencia. El portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, aseguró después que Benedicto XVI hablaría español "la próxima vez". "Hoy creo que pretendía hacer una cosa breve", añadió el portavoz. Lo de la brevedad no tenía mucho que ver con la omisión, ya que el Papa leyó su discurso saltando de un idioma a otro, sin repetir frases y, por tanto, sin prolongar la duración.

El pontífice inició su intervención con un agradecimiento a los periodistas "por el servicio prestado estos días a la Santa Sede y a la Iglesia católica". "Se puede decir", siguió, "que gracias a vuestro trabajo durante varias semanas, la atención del mundo entero ha permanecido fija sobre la Basílica, sobre la plaza de San Pedro y sobre el Palacio Apostólico, dentro del cual mi predecesor, el inolvidable Juan Pablo II, concluyó serenamente su existencia terrenal, y donde acto seguido, en la Capilla Sixtina, los señores cardenales me eligieron a mí como su sucesor".

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Benedicto XVI agregó a su "agradecimiento personal" el de "los católicos que, viviendo en países muy distantes de Roma, pudieron participar en tiempo real en estos momentos emocionantes de fe".

El Papa afirmó que "la Iglesia, especialmente a partir del Concilio Vaticano II, ha buscado la colaboración con el mundo de la comunicación social". "Gran artífice de ese diálogo abierto y sincero fue sin duda Juan Pablo II, que con vosotros, trabajadores de las comunicaciones sociales, mantuvo durante más de 26 años de pontificado una relación constante y fecunda", añadió.

El Papa alemán aseguró que pensaba seguir los pasos de Wojtyla como pontífice mediático: "Es mi deseo proseguir este fructífero diálogo, y comparto al respecto las observaciones de Juan Pablo II, según el cual 'el fenómeno actual de las comunicaciones sociales empuja a la Iglesia a una especie de revisión pastoral y social' que permite afrontar de forma adecuada la época que estamos viviendo".

Por último, reclamó "la aportación responsable de todos y cada uno" y apeló a "la responsabilidad ética de quien trabaja en el sector, especialmente en lo que toca la búsqueda sincera de la verdad y la salvaguarda de la centralidad y la dignidad de la persona; sólo bajo estas condiciones los medios de comunicación pueden responder al designio de Dios".

Tras el parlamento, interrumpido varias veces por vítores y aplausos, Benedicto XVI abandonó la Sala Pablo VI para reunirse en privado con los directores de los principales diarios e informativos de televisión italianos. En el encuentro participó también el presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera, el sacerdote y periodista Antonio Pelayo, corresponsal en Roma de Antena 3.

Benedicto XVI bendice a los periodistas tras el encuentro del pontífice con la prensa en el Vaticano.
Benedicto XVI bendice a los periodistas tras el encuentro del pontífice con la prensa en el Vaticano.REUTERS

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