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Reportaje:FERIA DE ABRIL

Del Fórum a la 'Barcelona y olé'

El recinto del Fórum presenta con la Feria de Abril una imagen en los antípodas de la que presentó durante el acontecimiento

Blanca Cia

De las manos del logotipo del Fórum a la Barcelona y olé. Es el recorrido que ha hecho la imagen del territorio en el que se celebró el acontecimiento hace casi un año -y la última, por tanto, que se recuerda- hasta la que ofrece desde la noche del pasado viernes, cuando empezó la 34ª Feria de Abril de Cataluña. Si hace un año todo eran carteles con las dos manitas extendidas, ayer, la imagen era un sombrero cordobés. Un sombrero de cartón plástico de azul chillón que llevaba impreso: "B y olé". Es decir, Barcelona y olé, cortesía del Ayuntamiento. Todo un cambio. El primero.

El edificio Fórum, más bien acostumbrado a actos y ceremonias sobrias en su auditorio, se convirtió en una suerte de gran espejo de las luces que salen del recinto de la feria, empezando por las dos columnas forradas de bombillas que marcan la entrada. Más que un cambio, una suerte de transformismo, pero a peor, en la línea de la "gigantesca discoteca hortera", según definición del arquitecto Josep Maria Montaner.

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Donde hace un año se extendían la jaima y su amplia muestra de buenas prácticas, se ha plantado el recinto del Real. Una sucesión de grandes casetas de plástico y guirnaldas de luces de colores que dan forma al humillo que sale de las planchas de las casetas. Porque el olor no tiene forma, aunque es espeso. Y se nota. Del mensaje de paz y sostenibilidad, al fino, el jamón y las sevillanas. Para que no falte nada, la noria, que no deja de dar vueltas, y el ruido de las atracciones instaladas en el solar llamado a acoger el campus universitario del Llevant. De las muestras de multiculturalidad de todo tipo de danzas, al monotema de las sevillanas. De 5.000 vestimentas, a cuál más exótica, al uniforme del traje de faralaes. De las canciones con mensaje, al flamenco que se arranca: "Tú sabes como soy yo, me gusta emborracharme y acostarme con el sol....".

Más cambios. De la imagen del alcalde, Joan Clos, en ese mismo recinto, hace algo más de un año durante el Fórum, del brazo de la premio Nobel Rigoberta Menchú o de Mijaíl Gorbachov, a la del viernes, sentado en la caseta de la Hermandad Rociera Pastora del Alba, de Sant Adrià de Besòs, departiendo con Francisco García Prieto, presidente de la Fecac. ¡Vaya cambio!

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Sólo la planta fotovoltaica permanecía inmutable en un recinto que, si no fuera de piedra, si tuviera un ápice de alma, podría preguntarse aquello de "¿qué he hecho yo para merecer esto?"

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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