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Reportaje:SANT JORDI | Ciudad y literatura

Barcelona en las estanterías

El Año del Libro y la Lectura propicia diversas ediciones sobre la relación de la ciudad con la literatura

El último número de la edición en español de la revista literaria Granta se abre con un fragmento de Canciones de amor en Lolita's Club, la última novela de Juan Marsé, y se va introduciendo de la mano de autores de diversas generaciones y orígenes en los más variados aspectos de Barcelona, de los más luminosos a los más sombríos. El número 4 de la revista acaba de salir y coincide en las librerías -Año del Libro y la Lectura mediante- con otros títulos que tienen a Barcelona como protagonista. Los responsables de Granta, los periodistas Sergi Doria y Sergio Vila-Sanjuán (Passejades per la Barcelona literària, Grup 62) y Patricia Gabancho (La postguerra cultural a Barcelona, 1939-1959, Meteora), y el filólogo Adolfo Sotelo Vázquez (Viajeros en Barcelona, Booket) se reunieron el lunes en el Palau de la Virreina para hablar de una ciudad que es escenario y protagonista de páginas y más páginas de libros, como vienen mostrando desde hace años las rutas literarias que organizan las bibliotecas públicas y como mostrarán, mañana, los paseos literarios organizados en los distritos.

La edición española de la revista literaria 'Granta' dedica un número a Barcelona

El número de Granta dedicado a Barcelona no es un catálogo ni una guía turística con la excusa de la literatura, recalcaron los editores de la revista, Valerie Miles y Aurelio Major. Es un panorama en el que caben Marsé, cronista reconocido de la ciudad; el autor de best-seller de nuevo cuño Carlos Ruiz Zafón y el escritor y editor Enrique Murillo alabando y criticando, respectivamente, la Sagrada Familia; fragmentos de las memorias del empresario Manuel Ortínez y el escritor de la generación del exilio Avel.lí Artís-Gener donde narran el desencuentro entre Josep Pla y Gabriel García Márquez; una muestra del dietario de Pere Gimferrer hasta ahora no traducida al castellano en la que habla de escenas de los años de escuela y también un texto sobre la escuela y la posguerra de Juan Antonio Masoliver Ródenas; un relato autobiográfico del irlandés Colm Tóibín sobre su iniciación sexual en la plaza Reial de Ocaña en el año de la muerte de Franco, y un relato tragicómico sobre las peripecias reales de un sin papeles, el periodista croata Boris Matijas... A la lista hay que sumar textos de Juan Goytisolo, Ana Nuño, Tibor Fischer, Jesús Moncada y Ponç Puigdevall, y fotografías de Txema Salvans y Sergio Xarrié, entre otros.

"Primero pensamos hacer un número sobre capitales literarias", explicó Miles, "pero nos dimos cuenta de que Barcelona se merecía uno". El resultado, dijo, es "un número caleidoscópico que muestra una ciudad que acepta su lado oscuro y convive con él".

Este año de celebración quijotesca hemos oído y leído muchas veces la descripción cervantina de Barcelona. En Viajeros en Barcelona, Sotelo Vázquez explica las experiencias, las impresiones y los comentarios de otros escritores no barceloneses sobre la ciudad: Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Rubén Darío, Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Valle-Inclán, Antonio Machado, Dionisio Ridruejo, Max Aub y Cela, entre otros. Sotelo explicó que muchas veces, sobre todo entre los autores de la generación del 98, la relación con Barcelona y la cultura catalana oscila entre la admiración y el rechazo. Contó que Galdós pedía a Narcís Oller que escribiera en castellano y que éste, en un irónico reproche, le respondió una vez que era una pena que una obra como Fortunata y Jacinta no estuviera en francés.

El libro de Gabancho, escrito a partir de entrevistas con protagonistas de la vida cultural subterránea de Barcelona tras la Guerra Civil -Josep M. Ainaud, Joan Triadú, Porter i Moix, Albert Manent, Hilari Raguer, Jordi Sarsanedas, Frederic-Pau Verrié, Arnau Puig, Joaquim Molas, Josep M. Espinàs, Lluís Permanyer, Josep M. Castellet, Palau i Fabre, Francesc Vicens, Paco Candel...-, hace hincapié, entre otras cosas, en la cuestión del catalán y su uso como lengua de cultura en tiempos del franquismo. Pero también en el espíritu abierto y cosmopolita, la mirada permanentemente puesta en lo que se hacía en el extranjero, que se procuró mantener en la posguerra. Si la cultura fue el eje de la reconstrucción de Cataluña en esa época, en democracia ha sido la economía, afirmó Gabancho, circunstancia que presentó como "uno de los déficit" del presente.

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Narcís Oller y su novela La febre d'or fueron propuestos por Sotelo en un canon improvisado de autores y novelas de Barcelona. Los participantes en la tertulia citaron muchos escritores y títulos, todos presentes en la obra colectiva Passejades per la Barcelona literària, que tiene formato de guía: Carles Soldevila; Mercè Rodoreda; Gil de Biedma; Marsé; Juan Goytisolo; Vázquez Montalbán; Vida privada y Memòries, de Sagarra; Icària, Icària, de Xavier Benguerel; La noria, de Luis Romero; Recuento, de Luis Goytisolo; las memorias de Terenci Moix; El quadern gris, de Josep Pla...

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