Fraga justifica el adelanto electoral por la crispación de su relación con el Gobierno

Manuel Fraga rompió ayer una costumbre que hasta ahora había seguido casi religiosamente y acortó su mandato en cuatro meses para convocar elecciones autonómicas anticipadas el próximo 19 de junio. El presidente de la Xunta negó que la decisión, que contradice sus reiterados anuncios de que los comicios serían en octubre, obedezca a "ningún tipo de presiones" de la dirección nacional del PP. Fraga justificó el adelanto por la necesidad de atajar la "crispación" que, según él, hay en la política gallega y en las relaciones de la Xunta con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Todavía continuaba, a primera hora de la mañana, la reunión semanal ordinaria del Gobierno gallego, cuando la Xunta emitió el anuncio oficial de la convocatoria anticipada de elecciones. Fraga compareció ante la prensa una hora después para confirmar la noticia que el día anterior había dado por hecha en conversaciones con dirigentes de su partido, a expensas de una reflexión final que deseaba hacer a solas, por la noche, en su residencia oficial. El presidente explicó que el próximo lunes firmará el decreto de disolución del Parlamento autónomo. La campaña empezará el 3 de junio y los gallegos acudirán a las urnas el tercer domingo de ese mes.

"Ya sólo quedan 55 días para el cambio", se apresuró a proclamar el que se perfila como principal adversario de Fraga, el socialista Emilio Pérez Touriño.

Fraga, que aspira a un quinto mandato, admitió que era partidario de agotar la legislatura, pero consideró "rigurosamente falso" que su decisión sea fruto de presiones de dirigentes de su partido. Aseguró que desde hace un mes no ha hablado con el presidente del PP, Mariano Rajoy, hasta que le llamó ayer para comunicarle el adelanto electoral. "Sólo ha habido consultas pacíficas y entre amigos", afirmó. Según Fraga, el PP gallego, que hace medio año estuvo a punto de sufrir una escisión, comparecerá ante los ciudadanos "más unido que nunca".

Encuestas y Plan Galicia

Sin "presiones", pero la dirección nacional del PP ha hecho ver a Manuel Fraga varios motivos que aconsejan adelantar las elecciones. El primero es que las encuestas del partido, que registraron un hundimiento en la intención de voto en otoño pasado, están repuntando y ahora ya acarician la mayoría absoluta como resultado alcanzable. El segundo, y más relevante, es que la principal crítica de la Xunta al Gobierno de Zapatero es que ha preterido a Galicia en sus presupuestos de inversión. Ese argumento podría quedar invalidado si el proyecto de Presupuestos del Estado para 2006 recoge las obras que ahora la Xunta y el PP reclaman como previsiones del Plan Galicia presuntamente incumplidas. Junio, además, es un mes con mejor clima para recorrer Galicia con mítines y actos, sobre todo para un político con 82 años. Por último, la dirección nacional ha transmitido a Fraga que en otoño se acelerará el debate territorial y para entonces "es más conveniente" que las elecciones gallegas se hayan celebrado.

Con todo, el presidente de la Xunta esperó hasta primera hora de la mañana de ayer para telefonear al líder de su partido, Mariano Rajoy, y comunicarle que aceptaba adelantar a junio. Rajoy destacó ayer en Valencia que el "incumplimiento del Plan Galicia" es clave para el adelanto. "Es bueno que esté constituido un Gobierno fuerte tras el verano para negociar las partidas de presupuestos para Galicia, porque ha sido incluso peor tratada que la Comunidad Valenciana por el Gobierno socialista, que ya es difícil", aseguró Rajoy.

El presidente de la Xunta desgranó ante la prensa una variada panoplia de argumentos para justificar su adelanto electoral. Habló de la "inquietud" que percibe en los ciudadanos por el "periodo constituyente" que, según él, ha abierto el Gobierno central y citó otras "razones técnicas y de servicio a Galicia". "Pero la principal es descrispar", aseveró. Fraga dice haber percibido la crispación en los debates del Parlamento gallego y la atribuye a los enfrentamientos con el Gobierno central porque éste "discrimina claramente a Galicia". Ése va a ser el gran argumento electoral de Fraga, cuyo Gobierno promovió la pasada semana una campaña de publicidad institucional para denunciar los "agravios" del Ejecutivo de Zapatero.

Una prueba para Rajoy

El presidente de la Xunta admitió que los comicios del 19 de junio también supondrán una prueba para Rajoy. "Todo tiene que ver con todo. Y él es gallego", alegó. Rajoy es perfectamente consciente de que él también se juega mucho en Galicia.

La oposición gallega se siente ante la mejor oportunidad de derrotar a Fraga y saludó el reclamado anticipo electoral con proclamas triunfalistas. "Históricamente el nacionalismo siempre ha respondido a los retos y esta vez también lo hará", proclamó el candidato del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Anxo Quintana, para advertir: "Siempre que un partido adelanta las elecciones, las pierde".

El socialista Pérez Touriño se declaró favorable a un adelanto electoral "previsible", ya que, en su opinión, Fraga "no podía aguantar seis meses de desgaste y seis meses de campaña". Touriño aseguró que "desde hace meses todas las encuestas revelan que hay una caída importante del PP. Las elecciones vascas acaban de ir en la misma dirección, y en España se abrió el 14-M una pulsión de cambio, que también existe hoy en Galicia".