Cinco directores noveles competirán en el Festival de Málaga
El certamen rendirá homenaje a Verónica Forqué, Gerardo Vera y Carlos Saura
Las voces que acusan al cine español de ser una industria de andar por casa se repiten cada cierto tiempo. La cosecha de cada año varía, y si bien hay temporadas en las que a duras penas se mantiene a flote, otras es sobresaliente. Para cogerle el pulso, ande con mejor o peor fortuna, el Festival de Cine de Málaga apuesta cada primavera por dibujar el mapa del audiovisual español, desde los cortometrajes a los largos, pasando por los documentales, las videoinstalaciones e incluso las novedosas cápsulas de un minuto.
Mariano Barroso inaugura esta noche la octava edición del festival con Hormigas en la boca, protagonizada por Eduard Fernández, Ariadna Gil y Jorge Perugorría. Hasta el próximo 30 de abril, acompañando a Barroso, directores como Laura Mañá, Gerardo Herrero, Chus Gutiérrez y el dúo Inés París y Daniela Fejerman competirán entre otros por la Biznaga de Oro. Dos actores, Federico Luppi y Alexis Valdés, prueban suerte detrás de las cámaras y se estrenan como narradores cinematográficos. En total son 11 las películas a concurso, firmadas cinco de ellas por directores noveles, que siempre aportan frescura y a menudo restan calidad a una competición oficial en la que cada año destacan unos tres títulos y algún taquillazo. "Habrá de todo, como en botica. Un programa variado y pendiente de los directores debutantes", apunta el responsable de la sección de largometrajes Fernando Méndez-Leite.
"Intentamos ser el referente anual de la industria y convertirnos en el observatorio del cine", explica Salomón Castiel, director del festival, que cuenta este año con 2,5 millones de euros de presupuesto. Después de que en 2004 compitieran 16 películas, este año se han reducido. "Es un acuerdo al que llegamos con los productores y la FAPAE para no perjudicar a las películas, ya que se estrenaban demasiadas al mismo tiempo", comenta Castiel.
Tres nombres con una carrera consolidada a sus espaldas serán homenajeados en el festival. El Premio Málaga recaerá en la actriz Verónica Forqué, y Gerardo Vera recibirá el Premio Ricardo Franco. Del polifacético artista se exhibirán sus dibujos y fotografías para ópera, televisión y cine. La retrospectiva mostrará la amplia y personal obra de Carlos Saura, y se expondrán las fotografías que ha realizado en sus 40 rodajes.
Además de las películas de la sección informativa, este año se incluyen títulos que se estrenan exclusivamente en televisión bajo la denominación TV movies, donde cineastas con experiencia en cine como Jacobo Rispa o Sigfrid Monleón hacen propuestas con grandes repartos y presupuestos menores emulando a directores como Ken Loach o Stephen Frears, que saltan con soltura del cine a la televisión y a la inversa. Y si Málaga pretende ser punto de encuentro de la industria, además de ver películas hay que hablar de dinero. La distribución, el talón de Aquiles del cine español por encima incluso de la creatividad, será debatida. También habrá tres ámbitos para los mercados: el recién creado TvMarket para las televisiones, y los veteranos Mercadoc, para los documentales, y Marketscreenings, para los largometrajes. "Además de la presentación de la cosecha, Málaga es la plataforma para las reuniones de la industria", resume Pedro Pérez, presidente de los productores.
La fresca vanguardia del audiovisual
El festival acoge el riesgo y la innovación de los nuevos creadores bajo el paraguas llamado Zonazine. Son la vanguardia, distintas formas de entender el cine y otros formatos relacionados con el audiovisual. Entran valientes largometrajes rodados en vídeo como Crisis asiática, de David Muñoz, que plantea un argumento inverosímil: la crisis existencial de un empleado de banca japonés. Por su parte, Pablo Llorca relata en La cicatriz cómo una mujer irlandesa que trabaja en la mayor fábrica de armas europea maneja información confidencial y se enamora del peor profesional posible: un periodista. En la sección más joven, la de los 30 cortometrajes, 15 irán a concurso, y entre ellos destacan El álbum blanco, de Félix Viscarret, y La ruta natural, de Álex Pastor.
El hueco más bizarro y libertino lo ocupa la selección de cine de serie Z, que a veces bordea el porno, y que tendrá largos como La orina y el relámpago y Toxic. Además, habrá un repaso por la videocreación más reciente y una selección de los mejores títulos del cine español en 2004. ¿Qué se mueve en el audiovisual al margen de las películas? Mucho y variado. Dentro de Zonazine está ArtTv, un mercado para creadores de varias disciplinas que experimentan y curiosean con la cámara y la tecnología digital. Artistas como Bigas Luna, Alberto García-Alix o David Delfín exhiben videoarte, montajes que combinan la fotografía y el vídeo, y cápsulas experimentales de escasos minutos. Estarán presentes galerías y habrá dos mesas redondas sobre videoarte.
El festival pretende también llenar de actuaciones la ciudad, y grupos y solistas de discográficas independientes como V2 y Subterfuge actuarán en distintos escenarios, con La Tana, Souvenir y Glamour to Kill.
18 documentales a competición
La crisis del cine español, desmentida por unos pero siempre en boca de todos, ha provocado en los últimos años que directores consagrados hayan abandonado temporalmente la ficción para refugiarse en el documental, un género prestigioso y cada vez con más seguidores. Antes del reciente auge del género realista, el Festival de Málaga apostó desde su primera edición por exhibir las historias que también suceden fuera de la pantalla. "Mostramos documentales interesantes, frescos, y que recreen el lenguaje del cine, nunca en la línea didáctica que exhibe la televisión", cuenta Moisés Salama, responsable de la sección oficial.
Dentro de los 18 documentales a concurso, el director Javier Corcuera presentará Invierno en Bagdad, una producción de Elías Querejeta que retrata a los protagonistas del conflicto iraquí de manera sobrecogedora. Otra seria aspirante a ganar es El cielo gira, de Mercedes Álvarez, premiada en los festivales de París y Rotterdam, y que cuenta la vuelta de la directora a Aldeaseñor, el pueblo soriano de 14 habitantes donde se crió y que está a punto de desaparecer. Álvarez rodó durante un año a los últimos testigos de un pueblo que muere después de 1.000 años de historia. Los hermanos Almodóvar muestran César y Zaín, sobre la convivencia de un chico español y otro indio, y Caravana, sobre dos chicos en el desierto del Teneré y la cordillera del Himalaya.
"La línea en la producción del documental permanece ascendente, y ya son 180 los recibidos este año", cuenta satisfecho Salama. En Selección de Estrenos se podrán ver 20 años no es nada, de Joaquím Jordá, y Escenario móvil, de Montxo Armendáriz. En Mercadoc, el mercado paralelo a la competición oficial, 88 compradores de televisiones se disputarán los derechos de 541 documentales.
Babelia
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