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RESTRICCIÓN AL APARCAMIENTO LIBRE

El vandalismo destroza cada año 11.000 objetos urbanos en Barcelona

Lluís Pellicer

El Ayuntamiento de Barcelona debe reponer cada año más de 11.000 objetos de mobiliario urbano que resultan destrozados a causa de actos vandálicos, según el Libro Blanco de las calles de Barcelona, elaborado por Fomento de las Artes Decorativas por encargo del consistorio. En 2003 hubo 11.074 desperfectos en mobiliario urbano. Se destrozaron 3.400 semáforos, 2.700 señales de tráfico, 426 jardineras, 422 áreas pavimentadas, 330 papeleras, 87 bancos, 11 buzones y 4 quioscos, entre otros elementos.

De los 104 kilómetros cuadrados que tiene Barcelona, unos 16 corresponden a calles. De éstos, 11 kilómetros cuadrados están destinados a la circulación de vehículos y 5 a los peatones. "El coche es el problema más grave que hasta ahora ha tenido la ciudad de Barcelona. Hay zonas como la Via Laietana que no llegan a esta proporción, por lo que tenemos que ir avanzando a dar más espacio para el peatón", aseguró el presidente del FAD, Juli Capella.

En las calles barcelonesas, apunta el estudio, hay un total de 700.000 objetos. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, sostuvo que el Ayuntamiento pretende eliminar y soterrar estos elementos. "Si queremos una ciudad funcional, debemos rehacer algunas actuaciones y simplificar la disposición del mobiliario", afirmó.

Clos explicó que el subsuelo barcelonés ya tiene varios sótanos donde se ubica cableado, aparcamientos y sistemas de transporte público, y anunció que el Ayuntamiento ya proyecta un cuarto sótano a 25 metros de profundidas para instalar nuevas infraestructuras. "También nos interesa ir agrupando estos objetos, por ejemplo, la señalización y los semáforos en un mismo poste", añadió.

El Libro Blanco del FAD, formado por cinco tomos en los que se recoge la opinión de expertos y ciudadanos, apuesta por otros tipos de agrupación de objetos más creativos, sobre todo cuando surja la necesidad de integrar los sistemas de comunicación. Por ejemplo, se recomendó estudiar la viabilidad de cargar el teléfono móvil en la parada del autobús.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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