_
_
_
_
_

Sciammarella "interpreta" a los 30 ganadores del Premio Cervantes en Alcalá

El ilustrador argentino ofrece sus particulares caricaturas de diferentes escritores

Todos los ganadores del Premio Cervantes están desde hoy en Alcalá de Henares. No es una reunión física, es obvio -muchos de ellos han muerto ya-, pero sí en esencia. Al menos la esencia que ve en ellos el caricaturista Agustín Sciammarella, que los ha juntado a todos en una exposición de caricaturas bajo el título Cervantes y Cervantes, que ha montado la Fundación General de la Universidad de Alcalá de Henares.

Sciammarella, nacido en Buenos Aires en 1965, ha pintado en total 30 retratos que recorren la evolución del Premio Cervantes desde que en 1976 Jorge Guillén fuera el primero en recoger este galardón, uno de los más importantes de los que se reparten en el mundo a escritores por su aportación al legado literario hispánico. La idea de hacer esta exposición partió de él. "Me apetecía hacer una serie de escritores", explica el caricaturista, que colabora habitualmente con EL PAÍS.

Utilizando diferentes técnicas pictóricas como el collage o el óleo, este ilustrador argentino "interpreta" -como le gusta definir el trabajo que hace- las personalidades de estos 30 escritores, incluyendo a Rafael Sánchez Ferlosio, el último ganador de este premio.

Sciammarella ha dedicado tres meses a preparar la exposición, que además de las pinturas tiene una cerámica de Miguel de Cervantes, el padre de la obra. La exhibición, como consecuencia de la lista de ganadores del premio, muestra un cierto déficit en representación femenina: María Zambrano y la poeta cubana Dulce María Loynaz son las únicas mujeres presentes.

Contra el tópico, su intención no es hacer reír, aunque tampoco lo descarta. "La caricatura no tiene por qué ser grosera, ni una burla, ni una deformación", aclara. Es algo más: "es una interpretación personal" del retratado, cuenta. Un ejemplo desde su trabajo de periodista: "La noticia se escribe según sucede; el dibujo puede tener opinión. Puede tener una mancha, una línea... Por eso me gustaría que se leyesen más [las caricaturas] y no sólo se miren".

Compara el trabajo que hace con la vida real: "La gente, cuando se acuerda de alguien, recuerda algo en particular, unos rasgos concretos". Él hace exactamente igual. Se fija en lo que más le llama la atención y lo plasma. Una curiosidad: le gustan especialmente las manos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A la hora de realizar el dibujo influyen muchas cosas. "Tu ánimo en ese momento, el personaje, su evolución... Todo cambia". Por eso, cada vez que retrata a una misma persona sale una caricatura diferente. Incluso de un día para otro. "Suelo rehacer el dibujo, pero en algún momento tienes que parar y darlo por bueno". Eso, cuando consigue separarse del retratado, porque admite que se "involucra" bastante con cada personaje que caricaturiza. Ésta es también la razón que esgrime para afirmar que no tiene ni retratado ni retrato favorito.

Cervantes y Cervantes: Archivo del Movimiento Obrero Español. Colegio Menor de San Bernardo. Colegios, 7. Alcalá de Henares. Hasta el 15 de junio. De lunes a sábado, de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; domingos y festivos, de 10.00 a 14.00. Entrada libre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_