Electores de Batasuna desafían la legalidad al votar con el carné vasco
Los únicos incidentes fueron protagonizados por miembros del partido comunista EHAK
El líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, desafió ayer la legalidad al ejercer su derecho al sufragio sin mostrar la documentación exigida. Lo hizo presentando su carné de parlamentario y el DNI vasco, que no tiene ninguna validez oficial. Fue la nota más destacada de una jornada en la que seguidores del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK) exhibieron carteles cuando votaban María San Gil (PP), Josu Jon Imaz (PNV) y Javier Madrazo (EB).
Esta vez, Otegi logró salirse con la suya. Hace cuatro años, cuando era el cabeza de lista de Euskal Herritarrok, votó con el permiso de conducir. Ayer dio un paso más en su particular rebelión contra la ley al votar sin presentar ningún documento válido para identificarse. Otegi introdujo la papeleta en la urna de un colegio electoral de Elgoibar (Guipúzcoa) tras mostrar solamente su acreditación de parlamentario vasco y el EHNA (carné vasco). Pudo hacerlo de esta forma con el consentimiento del presidente de la mesa, pese a que la legislación vigente (artículo 105 de la Ley Electoral) y la Junta Electoral sólo permiten hacerlo con el documento nacional de identidad (DNI), el carné de conducir o el pasaporte.
Precisamente, la Junta Electoral dio una instrucción en la que prohibía expresamente acreditar la identidad del elector mediante el EHNA, un documento de declaración de la nacionalidad vasca impulsado por el colectivo Bai Euskal Herriari (Sí a Euskal Herria) y que fue tramitado por ayuntamientos gobernados por Batasuna. Un miembro de la Junta Electoral señaló ayer que la prohibición de votar con el denominado carné vasco figura en el manual editado por el Departamento vasco de Interior que fue remitido a los 2.689 presidentes de las mesas electorales.
La aceptación de este documento por parte de los presidentes de mesa -la máxima autoridad en el momento del sufragio- podría acarrear la impugnación de la votación y la consiguiente apertura de un expediente sancionador contra el presidente. El colectivo Bai Euskal Herriari aseguró que fueron "miles" los vascos que ayer votaron con el DNI vasco, sobre todo en Guipúzcoa y Vizcaya.
Con estas argucias, los votantes de la izquierda abertzale intentaron reivindicar el carácter "antidemocrático" de los comicios. Lo hicieron también algunos interventores de EHAK -la gran mayoría prestados por Batasuna-, que exhibieron carteles y camisetas con inscripciones de su partido dentro de los colegios. Por ejemplo, en el que votó la candidata a lehendakari del PP, María San Gil, dos jóvenes con pegatinas de EHAK le flanquearon mientras mostraban un cartel con el escrito "elecciones antidemocráticas". Poco después, en ese mismo colegio de San Sebastián, al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, los fotógrafos le retrataron con tres jóvenes que levantaban pancartas que acusaban a su partido de ser "criado de los españoles" y de "mentir a los vascos". Sin embargo, cuando Joseba Egibar fue a votar al mismo sitio, pudo hacerlo sin que nadie le recriminara nada. Los radicales le tenían reservado su particular acoso en Lizartza (Guipúzcoa), del que es alcalde el dirigente peneuvista. Este municipio amaneció ayer adornado con cientos de pegatinas con el mensaje "Egibar, dimite". El líder de EB-IU, Javier Madrazo, tuvo que votar en un colegio de Bilbao mientras jóvenes de EHAK reclamaban "democracia y paz".
La Ertzaintza tuvo que intervenir para retirar carteles que pedían el voto para EHAK en Zarautz, Rentería, Zumarraga y Busturia, y obligó a varias personas a cubrirse las camisetas con eslóganes a favor de la lista impugnada Aukera Guztiak y EHAK.
Los violentos realizaron pintadas con insultos en el comercio que regenta el portavoz del PP en las Juntas Generales de Álava, Santiago Abascal. También fue arrancada la bandera republicana que ondeaba en la sede de EB-IU en San Sebastián.
Fueron los incidentes más reseñables de una jornada que contó con la presencia de 5.000 agentes de la Ertzaintza, que velaron por la seguridad en los 725 colegios. Para la Junta Electoral, las 11 horas de votación discurrieron con "mucha tranquilidad". Entre otras incidencias, se lamentó la muerte de un hombre de 81 años en Vitoria cuando se dirigía a votar. Además, un vocal de una mesa de Bilbao perdió el conocimiento y tuvo que ser atendido, y una mujer de 102 años entregó su papeleta en la calle ante la imposibilidad de acceder al colegio.
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