España tendrá que revisar su aportación al presupuesto comunitario desde 2001

España tendrá que volver a realizar las cuentas de su aportación al presupuesto comunitario en los últimos cuatro años. Estos pagos, calculados en gran parte en función del producto interior bruto (PIB), sufrirán modificaciones debido a que el país es más rico de lo que se pensaba. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ultima una revisión al alza del volumen del PIB en los últimos años, que se conocerá en mayo, por el aumento de la población, principalmente inmigrante. Esos mayores recursos elevarán previsiblemente la cantidad que España debía haber pagado desde 2001.

España ha pagado estos años a la Unión Europea menos de lo que le correspondía por su peso económico. Y es que el PIB de los últimos ejercicios ha sido infravalorado. El ingente volumen de población -principalmente inmigrante- que ha aflorado tras permanecer en la sombra varios años ha obligado a elevar la cifra de lo que el país produce, pues esa población ha generado más riqueza. El INE presentará aproximadamente en un mes las nuevas cifras de PIB, que se revisarán hacia atrás al menos hasta 1980 para que la serie histórica resulte comparable.

De entre todas las consecuencias derivadas de esta revisión destaca una por su repercusión económica inmediata. Se trata de las aportaciones al presupuesto comunitario, que tendrán que recalcularse con carácter retroactivo desde 2001, según el INE. España ha aportado a las arcas europeas desde ese año 41.342 millones de euros (incluyendo las cantidades previstas para 2005). En el mismo periodo, también hasta 2005, ha recibido 76.405 millones, según los datos que figuran en el informe económico y financiero de los Presupuestos para 2005, que elabora el Ministerio de Economía y Hacienda.

Lo más probable es que esas cantidades se vean modificadas al alza, según reconocen en Economía. Sin embargo, las cifras finales no están claras. La incertidumbre obedece a que no sólo España está a punto de modificar sus cifras de PIB, sino ocho países más, entre los que figuran los gigantes económicos de la Unión Europea: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, además de Holanda, Suecia, Austria y Portugal. La aportación española depende de la cuantía de las restantes, por lo que si estos países tuvieran también que modificar al alza sus pagos, España podría mantener intacto el nivel de lo abonado e incluso reducirlo, según explica Alfredo Cristóbal, subdirector de cuentas nacionales del INE.

Habrá que esperar unos meses para conocer cuánto varía la aportación española, pues Alemania prevé ofrecer las nuevas cifras en mayo, y Francia y Reino Unido, en junio, pero Italia se retrasará hasta finales de año.

No obstante, es poco probable que alguno de estos países experimente un crecimiento tan fuerte como el de España, pues no han recibido un impacto de población similar en los últimos años. Por tanto, es previsible que la aportación española aumente para los cuatro últimos años y también en adelante.

El INE tiene previsto esta semana ultimar los datos concretos sobre la incidencia de la nueva población en el volumen de PIB. Desde 1997, el flujo de extranjeros que han fijado su residencia en España no ha cesado de crecer. Este colectivo suma ya más de tres millones de personas, el 7,02% de la población. Son datos del padrón municipal de 2004, aunque estimaciones algo más recientes elevan ese porcentaje al 8%, con 3,5 millones de ciudadanos extranjeros.

Como consecuencia de esa incorporación, clave en el crecimiento económico de estos años, el INE decidió el año pasado revisar el PIB. El acicate fundamental fue que Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, encontró algunas reservas en las cifras españolas, al considerar que no recogían bien el avance de los últimos años. Aunque los datos finales aún no están cerrados, el INE considera que el volumen de PIB crecerá al menos tanto como lo ha hecho la población en estos últimos años, alrededor del 5%.

El INE ofrecerá las cifras revisadas a mediados de mayo, de forma que a finales de ese mismo mes, el 25, se publicará ya el crecimiento correspondiente al primer trimestre del año con las nuevas estimaciones. El último dato de PIB conocido, correspondiente a 2004, arroja un volumen de 798.672 millones de euros.

Los países contribuyen a las cuentas comunitarias en función de tres conceptos: el PIB, los ingresos por IVA y un capítulo denominado de recursos propios, entre los que se incluyen derechos de aduana. Los presupuestos comunitarios se nutren de fondos de todos los países miembros, con un tope máximo del 1,24% de la renta nacional bruta de los 25 países. Esa cantidad se distribuye entre cada país en función de su PIB (los ricos aportan más que los pobres).