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10 ayuntamientos del sureste denuncian que tres personas murieron tras el retraso de las ambulancias

Los alcaldes y concejales afectados trasladarán su queja a la presidenta de la Comunidad

Diez ayuntamientos del área 1 de la sanidad madrileña (el sureste de la región) denuncian la mala situación de la atención sanitaria en urgencias y emergencia en esta zona. Según los alcaldes y concejales de Sanidad, la puesta en marcha del plan integral de urgencias y emergencias sanitarias para el periodo 2004/2007 en la Comunidad ha supuesto "anomalías y retrasos considerables en la asistencia sanitaria de urgencias" en estos municipios. Estos ayuntamientos denuncian tres casos en los que se produjo la muerte de personas antes de ser atendidas por ambulancias y UVI móviles.

Según la denuncia, que harán llegar a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, "existe una queja generalizada" por parte de los usuarios "de retrasos considerables en la asistencia de urgencia", así como que "las policías locales refieren enormes dificulatades en la coordinación con los recursos de urgencias" y el "mal funcionamiento de la atención telefónica por parte del Summa 112, tanto por la tardanza en la atención como por la falta de profesionales cualificados para valorar la urgencia". Rafael Simancas, portavoz socialista en la Asamblea, afirma: "Han tenido que ser los alcaldes y concejales del sureste los que se han movilizado para que el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, y Aguirre destinen los recursos suficientes a este servicio público". Antonio González Martín, un vecino de Rivas Vacíamadrid, remitió el pasado día 4 una denuncia al Ayuntamiento de esta localidad en la que denuncia que el 13 de marzo pasado, un amigo de la familia fue a visitarle; tuvo síntomas de un ataque cardíaco, y murió antes de ser atendido por una UVI móvil. El denunciante narra la muerte de Gabriel Hernández Gil del siguiente modo: "18.00 aproximadamente. Gabriel Hernández siente un dolor intensísimo en el pecho y pérdida de conciencia. Cinco minutos después llaman al 112. Esta llamada dura varios minutos y confirman el envío de una ambulancia. A las 18.15 se llama al centro de salud de Rivas, pidiendo ayuda y se deniega. A las 18.25 llaman del centro de salud diciendo que viene una ambulancia del 112. A las 18.45 llega un vehículo de intervención rápida con tres sanitarios. A las 18.50 los sanitarios llaman a las urgencias médicas (061) pidiendo ayuda. A las 18.53 llamo al 112 por indicación de la doctora solicitando una UVI. Un minuto más tarde llamo a la Policía Local a fin de que acompañen a la UVI hasta mi domilicio. A las 19,05 fallece nuestro amigo sin que haya llegado nueva ayuda". Además de Rivas-Vaciamadrid, firman la denuncia representantes de los Ayuntamientos de Arganda del Rey, Estremera, Valdilecha, Morata de Tajuña, Belmonte del Tajo, Fuentidueña de Tajo, Tielmes, Carabaña y Orusco y de los barrios madrileños de Puente de Vallecas, Retiro, Moratalaz y Vicálvaro. El segundo caso de fallecimiento, ocurrido también en Rivas, lo narra la esposa de A. S. H., ambos sordomudos. Llama a los vecinos porque su marido ha sufrido un infarto. El hecho ocurre el 27 de marzo y la Policía Local lo explica así: A las 8.15 se recibe en el Summa 112 una llamada de un vecino pidiendo una ambulancia y un médico. A las 9.00, el SUAP informa a la policía de la imposibilidad de acudir al domicilio. A las 9.10 llega una ambulancia con dos técnicos. 10 minutos después, médicos del SUAP certifican el fallecimiento. A las 9.35 llega la UVI móvil.

"Alarmados"

En el tercero de los casos denunciados, la queja es recibida en el Ayuntamiento de Belmonte de Tajo, donde un hombre se queja del retraso de la ambulancia que debía atender a su madre de 67 años. En el texto de la queja, escribe: "El servicio de emergencias 112 fue requerido a las 23.00 del día 27 de marzo de 2005 para dar asistencia a mi madre que yacía en el suelo sin pulso ni respiración. Este servicio se presentó a las 23.40, con lo que solo pudieron certificar el fallecimiento".

Los alcaldes y concejales denunciantes dicen que están "profundamente alarmados ante una situación que no puede menos que calificarse de grave". Según los denunciantes, los hechos los conocen "por denuncia directa de los vecinos, desconociendo la posible existencia de otros casos en nuestra área". Además, se quejan de que "los médicos de los centros de salud salen a la calle, en caso de reclamación de urgencia por parte de los ciudadanos, según decisión personal de los facultativos adscritos, independientemente de si han sido activados por el centro coordinador del Summa".

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