La negativa de Barberá a suministrar más agua a Riba-roja pone en peligro el PAI de Porxinos

El PAI (Plan de Actuación Integral) de Porxinos ha sufrido su primer revés. El Ayuntamiento de Valencia denegó ayer suministrar más agua a Riba-roja, cuyo consistorio solicitó en diciembre de 2004 mayor caudal para abastecer a los polígonos industriales y residenciales de la zona. El informe de los técnicos municipales pone en peligro el proyecto del Valencia CF, que pretente enjugar su deuda (120 millones de euros) con una gran operación urbanística en el valle de Porxinos, ahora una enorme parcela de campos de naranjos.

El Ayuntamiento de Riba-roja, gobernado por el Partido Popular, tiene previsto aprobar en junio el PAI de Porxinos, que afecta a 1.651.650 metros cuadrados de suelo agrícola. Para ello, cuenta con el visto bueno de la Consejería de Territorio, cuyo titular es Rafael Blasco.

Sin embargo, el proyecto del Valencia, trazado por su presidente, el constructor Juan Soler, ha sufrido el primer contratiempo: el Ayuntamiento de Valencia no concederá, de momento, más agua a Riba-roja, que había solicitado mayor suministro para abastecer a las nuevas urbanizaciones y los polígonos industriales de su término municipal.

Según el informe de los técnicos, "las plantas potabilizadoras no disponen de suficiente holgura para incrementar la potabilización de agua" demanda por Riba-roja del Túria, que tiene el mismo problema que otros municipios de la comarca: el agua de la zona tiene un alto contenido de nitratos.

La solicitud de mayor caudal se realizó cuando el PAI de Porxinos era estudiado por el Ayuntamiento de Riba-roja, que ha mostrado su interés en que el proyecto de Soler prospere, decisión que ha desatado las críticas de la oposición, encabezada por el grupo socialista, Esquerra Unida y los ecologistas, todos agrupados en la plataforma Salvem Porxinos. Ésta considera el PAI "un atentando ecológico" y un "pelotazo urbanístico" amparado por las administraciones local y autonómica.

Por otro lado, Esquerra Unida-L'Entesa advirtió ayer al alcalde popular de Riba-roja, Francisco Tarazona, y a sus sobrinos, también concejales, Cristina Vázquez y José Vicente Tarazona, de que si participan en la votación sobre la recalificación en suelo urbanizable del valle de Porxinos, incurrirán en una ilegalidad "muy grave" porque, según la ley, "son motivos de abstención tener parentesco de consaguinidad con cualquiera de los interesados". EU alude a la parcela afectada por el PAI que es propiedad del alcalde ribarrojense y de la hermana de éste, Amelia.

Carmen Folgado, portavoz de EU-L'Entesa en el Ayuntamiento de Riba-roja, advierte a Tarazona "frente a la tentación" de participar en la votación. "Si participan", afirmó, "la votación sería nula de pleno derecho".